domingo, mayo 11, 2008

Gerardo Rocha: el fin de un producto cultural mass mediático


La opinión pública no ha dejado de insistir en mostrar y hacer seguimiento tanto del triste episodio que finalmente llevo a la muerte a Gerardo Rocha, como al ritual de su funeral. Lo complicado, y patético es que no lo hace desde un punto de vista crítico, de manera tal que le permita precisamente hacer una autoevaluación no antojadiza de lo que fuera su propio quehacer y trabajo, ya que si se mira con detención, lo que entierran no es ni más ni menos que lo que ayudaron a construir durante años conjuntamente con otros poderes del Estado como lo son el legislativo y el ejecutivo. Si, aunque fue un hombre, Gerardo Rocha fue por sobretodo un producto cultural mass mediático que da cuenta del estilo de gobierno de Pinochet asociado al estilo de gobierno de la transición a la democracia que por cierto ha vivido Chile, específicamente, en la educación y con ciertos matices en la instalación de la élite mandarina.
En efecto, conocí al mentado y al grupo que lo seguía en la formación de su imperio educacional al inicio de los años 90. Ya en 1994 tuve la oportunidad de formarme un juicio sobre la forma de trabajar y la forma de estructurar sus relaciones de poder y su propio empoderamiento precisamente en razón de la evaluación a que se tuviera que someter la universidad Santo Tomás ante el consejo superior de Educación creado por el gobierno de Patricio Aylwin. Dado que el proceso de autoevaluación de algún modo le fuera impuesto, y el primer resultado de la misma no fueran de su agrado, no solamente se movilizó para sacar al rector de la institución, e instalar otro de aparentemente mayor capital simbólico, sino que además inicio una serie de persecuciones a todo el equipo que había participado y construido el proceso de evaluación. Por cierto, esa tarea no la realizó solo, lo acompañaba ya en esa época un equipo de personas que en plena democracia, llamaban a altas horas de la madrugada a los profesores a sus casas, los amenazaban, los seguían en la universidad a través de los alumnos a quienes los conminaban a delatar, los tenían tardes enteras y agotadoras con interrogatorios también conminándolos a cambiar los juicios, o a verificar informaciones obtenidas, etc. Mientras, por cierto a otros se les ofrecía dinero, manutención en sus cargos, cargos de dirección de escuelas, simplemente para que cumplieran y se adecuaran a los objetivos mayores que el dueño de la institución tenía (Él). Estos planes estaban en su mente “creativa” y serian revelados a su tiempo, fuera de toda definición institucional y planificación estratégica conforme eran las exigencias.
En ese periodo quienes conducían las evaluaciones desde el Consejo Superior de Educación, organismo del Estado, (para estatal) tenían los nombres de todas las personas, docentes, académicos y académicas que realizaban el proceso de autoevaluación, y cuando los mismos desaparecieron del plantel aparentemente por motivos administrativos, a ningún miembro de esta instancia institucional aún en funcionamiento, se le ocurrió preguntar qué había pasado, en qué lugar estaban o hacia donde habían sido trasladados. Todos amparados en un silencio complaciente o temeroso, tal vez dinero complaciente o recibido temerosamente, mal que mal las universidades pagaban por este servicio al Consejo, permitieron que avanzara en la construcción del “imperio” del prestigio y del capital simbólico cambiando a los rectores a su antojo y libre albedrio, cada vez que según su omnipotencia se lo aconsejara.
Ya en esa época sometía a la opinión pública, a periodistas con dinero, a alumnos con pago de becas, a trabajadores necesitados con la manutención de sus contratos laborales siempre y cuando le obedecieran ciegamente. Y por cierto, también sometía a políticos, a gobiernos, desde Pinochet en adelante con extraños cantos de sirena porque en el fondo, todos y todas quienes se relacionaron con él sabían que era un personaje “raro”, que ocultaba extraños procedimientos. Sin embargo, nadie en su momento quiso saber, ni consultar, ni trasparentar ni encararlo. Nadie dijo públicamente como es que este hombre estaba construyendo eso que hoy llaman su imperio, a costa de quien ni de quienes.
Y no lo hicieron porque Él mejor que nadie sabía de la importancia de la imagen, y pagó a todos los medios para que tomaran fotografías de todas sus experiencias de negocios ya que salir en las páginas sociales era un logro preciado en el camino a la inmortalidad y a la fama no solamente por su alma sino por aquellos a quienes se acercaba y que lo frecuentaban. No hay medio de comunicación que se le haya resistido. No hay ningún político de centro hacia la derecha que no haya querido salir en la fotografía que mandaba a publicar sobre sus viajes y sus invitados. Mientras y por debajo cuerda, todos sabían de lo resbaladizo que resultaba ser el genio de este aparentemente esforzado hombre de la educación. Todos al parecer ante el dinero y el flash foto que él se encargaba de pagar, eran seducidos. Fue un hombre que supo como ninguno usar para seducir a otros en su propio beneficio, el encanto de la pompa que entregan los medios de comunicación. Fue el primero en construir la farándula del emprendedor, en esta suerte de maridaje de una derecha informante residual, delatora, con una militancia democracia cristiana ávida de fama, de dinero, de clase media y de resultados que brillaran rápido.
Este autor de universidades otrora de papel, fue como ningún otro hombre, cosificado por los medios de comunicación a quienes también pago grandes sumas de dinero para que lo mostraran al lado de figuras internacionales y nacionales. Todos vivieron de él. Y muchos buscaron retroalimentarse egoicamente desde esa plataforma que él brindaba. Por eso, la sociedad mediática y política es parte responsable de lo ocurrido. Y es el momento, que dejen de lavarse las manos como Pilatos. Todos los incumbentes emperifollados algunas vez en esta honorable democracia para el reino de la imagocracia del flash y foto, sabían de su personalidad border line y lo dejaron hacer. Entonces, ojala que el aprendizaje en pos del beneficio de la comunidad sea actuar a tiempo, antes que sea tarde. Y eso que aún no estamos haciendo mención a los antecedentes sobre violencia doméstica que a estas alturas no se explican cómo es que fueron “curiosamente” silenciados durante todo este tiempo precisamente por la opinión pública.

jueves, mayo 01, 2008

Elecciones en el Partido Socialista: 2.008


Allende inicia la conversación con Escalona ante la “mass mídia”. La puesta en escena del Flash – foto de Kundera en el reino de la imagocracia. Ominami conversará con Solari, Letelier y todos con Navarro y Zamorano. Schilling tendrá también que hacerlo con Ominami. El escenario es el congreso, el parlamento, pero las conversaciones, el cabildeo, eso de ponerse de acuerdo republicano se da cuando se sientan a tomar café. Y está claro que Escalona tendrá que negociar su mandato porque “solo” no le da para definir los dos años. Y hay una fecha importante para Isabel Allende en relación a que estaremos ante el natalicio de su padre y en ese periodo pedirá la presidencia. Escalona no le va a negar eso a Isabel.
Ahora: ¿Cuál será la petición de Ominami va a depender de lo que quiera él, quieran los Terceristas: Solari y Letelier, pero también pasa por cabildear y saber que quiere Navarro y Zamorano. Ominami es el puente de plata hacia esa recuperación, es un aporte. También lo es Barrios, Lazo, y Moya en las otras listas. Interesante proceso de deliberación porque trae implícita muchas conversaciones que recuerdan posicionamientos tendenciales, formas de confrontarse en la opinión pública que han sido duros en el último tiempo previo a la elección y también durante el congreso. El partido ha estado tensionado en el último tiempo en sus relaciones internas por eso hay muchas conversaciones que sincerar. Por lo tanto ¡Misterio! sobre cómo en definitiva se terminará calendarizando la rotación en la presidencia.
En términos de fuerzas quienes se tienen que sincerar obviamente son Schilling y Ominami. Ahí hubo claramente un quiebre. Y pueden llegar a hacerse deliberaciones serias porque los asuntos que han ventilado han sido claramente materia de controversia en la opinión pública y ante los tribunales. Tienen como antecedentes el trato duro y cortante que dieron los Ominami (Padre e Hijo) a la permanencia y paso de Schilling por la Oficina de Inteligencia versus la cuestión de los programas pro empleo en la quinta región donde Ominami es senador y que hasta el día de hoy se ha mantenido en congelamiento al interior del Partido. Se suma a lo anterior que, ambos tuvieron una alta votación y estaban en las antípodas políticas en términos de propuesta, coyuntura y planificación estratégica del Partido. Se podría decir que uno es conservador socialista, y el otro transformador. En fin, en los gestos de acercamiento está la clave de la restitución de confianzas para definir los acuerdos, y en eso es clave el tribunal supremo al entregarles y proporcionarles el espacio para que puedan conversar.
Pero los gestos de flash y foto ante la prensa también son indicadores de las peticiones que hará cada cual. Allende sabe que va a participar de la Mesa. Y ella tiene claro lo que quiere negociar: un periodo en la presidencia. Y en eso sabe que no tiene para que pelear. Ominami, Letelier, Navarro, Solari y Schilling claramente no quieren que todo el nuevo periodo sea entero de Escalona. Entonces Allende fue a solicitar su parte. Y falta ver como se resolverá el resto del periodo.
En efecto, durante el proceso de campaña todos los otros candidatos habían levantado sus candidaturas a suceder a Camilo Escalona, por lo que si mantienen sus deseos en términos de liderazgo también deberán negociar su tiempo ya que todos habrían dicho que lo requerían. Y para ello por cierto necesitan tomar conocimiento de la conformación entera de la totalidad de los miembros al Comité Central.
Al Comité Central concurren algunos alcaldes que consiguieron alta votación interna y los representantes de regiones que aunque obedecen también a apoyos tendenciales, tienen su propia demanda. Por lo tanto negociaran su voto a cambio de los deseos concedidos u otras consideraciones. En este contexto, se abren un conjunto de temas sobre los cuales hay que negociar acuerdos relevantes para la institución partidaria: política de alianzas, relación con el gobierno, relaciones internacionales, elecciones municipales, organización y conducción de las mismas, ergo, definición de carrera presidencial y definición dentro del Partido, del que sea su candidato. Por cierto, de este ramillete, las elecciones municipales están ad portas y lo que se acuerde o no sobre el presidenciable es clave.
De la política de alianzas con otros partidos, se puede decir que todo dependerá de quien sea el rostro elegido para iniciar el nuevo periodo. Pueden haber sorpresas en el sentido de que Camilo Escalona no lo inicie y sea otro rostro. Por ejemplo Letelier o Solari o hasta el propio Schilling o hasta Ominami. Entonces, el punto es que tal vez entre todos tengan que compartir periodos, y negociar por ejemplo la secretaria general concentrada durante todo el periodo en una sola mano y la creación de más vicepresidencias ya que como se reitera: todos ellos cual más o menos dieron la señal de que querían un cambio de rostro, al menos durante la campaña. Es decir, todos y todas las/los que no son Camilo Escalona.
¿Cómo satisfacer? Lo que está claro es que Camilo Escalona tendrá que resolver dentro de su lista y las otras con quien comparte su presidencia, además de Isabel Allende por cierto. Puede ser que todos señalen y apoyen a esta última en su demanda. El punto es que este apoyo no resuelve el tema de la conducción, y el giro que necesita hacer el Partido para transformarse en un partido ciudadano, más deliberante en relación con el gobierno y más propositivo en torno a lo que sea el futuro de la Concertación.
Bien. Eso es todo por ahora… a lo lejos alguien canta, a lo lejos.