miércoles, diciembre 26, 2012

La Épica y el Tiempo de Michelle



Más allá de las arremetidas sin fundamento del juego de guerrillas de la política partidaria, su élite en el parlamento y el gobierno, y del cruce de palabras entre lo que se entiende por alianza que apoya y sustenta al actual gobierno de Sebastián Piñera y la formación de articulación política que por ahora solamente se denomina Oposición; en la cuestión de fondo, lo que preocupa es: el tiempo de la política de alianzas con los movimientos sociales a nivel de las comunas, regiones y nacionales, el tiempo de la elaboración de proyecto de gobierno para el próximo periodo, el tiempo de transitar de la desconfianza a la confianza, el tiempo de elaboración de la derrota y la fragmentación, el tiempo de transitar del desafecto al afecto, el tiempo de transitar del desencanto a la inclusión e integración, el tiempo de pasar de la incredulidad a la credibilidad de las palabras y las promesas, el tiempo de acotar la crisis de representatividad política, el tiempo de proponer los nuevos rostros que sostendrán el próximo gobierno, así como los criterios de selección de la gobernabilidad.

Es más, Bachelet sin lo anterior es nada. Bachelet no es ni será un cheque en blanco. Es cierto que los partidos políticos que componen la concertación sumado al Partido Comunista ahora, lo que han buscado es entrar en sintonía con esa demanda de maternidad perdida y de desprotección en que al parecer nos dejará la ausencia de nuestra primera mujer en el sillón presidencial durante estos últimos 4 años. Es decir, ellos (la élite de los partidos) saben que Bachelet al igual que “los atrapa sueños”, ha capturado nuestras necesidades de consuelo, de afecto, de regazo, cariño y empatía.


Bachelet como un bálsamo a la distancia y bien dosificada nos calma y sana de todos los rechazos que este gobierno de derecha por ser tal, de derecha, aún en sus rasgos populares nos ha regalado en este tiempo: nos ha discriminado por pobres, nos rotea, nos sube el tono altanero cuando tiene poder político y financiero, se vuelve resentido cuando se ve con oportunidad, nos negrea en el trabajo, en las relaciones sociales y en la cama, se blanquea cuando se trata de negocios con la burguesía internacional y global. Y por cierto a la hora de los quiubos, constantemente nos mira en menos y ponen las lucas sobre la mesa para definir quién tiene la manija.

En efecto, Bachelet en este proceso, que es más bien un camino que recorrer, bien se puede transformar en la sonrisa de esperanza que sana todos los males distribuida como política de un marketing de campaña publicitaria si es que los partidos políticos siguen cooptando su imagen, siguen cooptando su sonrisa y finalmente la transforman en el delirio de altura, cautiva para la ciudadanía. Esta situación obviamente tendría sus costos severos antes y/o bien después de re instalarla en el poder político, ya que accedería al poder y correría como candidata sin un proyecto de gobierno construido con participación ciudadana.

Y claro está, sin participación ciudadana, sin proyecto de re conexión de Bachelet con su pueblo, sin contacto con las necesidades de la gente, sobre todo a nivel de anclaje de la justicia, anclaje de la ética del bien común y del servicio público, sin esa energía del regreso y del re encuentro que solamente el pueblo organizado y las nuevas generaciones pueden aportar; Bachelet no alcanza a sumar lo suficiente, no alcanza lo necesario para ganar. Y si, alcanza a ganar, no tendrá la fuerza suficiente para construir la gobernabilidad social que el país necesitara, y que ya vemos este gobierno en su deterioro además no ha podido darnos.


Por lo anterior, Bachelet puede seguir enviando cartas a los partidos como organizaciones que pueden “institucionalmente” darle garantía a un gobierno, como una forma de construir puentes de respeto; sin embargo, entre nosotros, sabemos de su desprestigio, del cuestionamiento del cual son objeto, de la forma como construyen sus directivas, de la forma como se han mantenido en el poder, de sus negociados, de su participación en lobby que redunda en la crisis del sistema en su conjunto.

En chileno y con todo respeto, producto de las ideologías blandengues y aguachentas, no del consenso, sino de las transacas: los partidos y principalmente sus dirigentes valen callampa. Y es por eso es que surgen los candidatos independientes como callampas, valga la redundancia: aspiracionales emergentes que buscando colocar y vender la pomada con la misma sonrisa de marca y el mismo populismo de siempre, ahora con la guitarra y el asado, la empanada, el abrazo y el golpeteo suave en la espalda, vienen por el voto.


En este contexto entonces, la pregunta que se juega será por la diferencia. Es decir ¿Qué ofrece Bachelet en su diferencia ahora? En educación, en medio ambiente, al sistema político, en redistribución de ingreso, y en Justicia, que llama a la Ética del bien común a Chile. ¿Qué ofrece su cercanía y empatía como valor moral? O ¿Qué podemos hacer con ella?">


Y la diferencia está precisamente en el proceso de participación, en la elaboración de proyectos por regiones y comunas con una ciudadana activa, informada integrada en su crítica. Porque antes cuando se recuperó la democracia lo que se necesitaba era lo básico, respirar, y ahora lo que se quiere es profundizar con conciencia lo que de bueno se hizo y cambiar aquello que está podrido de acomodado y o corrupto. En este sentido, esta última parte es drástica, severa, sin espera, indómita porque Chile tiene hambre de Ética Ciudadana, de dignidad. Y la amabilidad y el buen trato de Bachelet solamente tendrán sentido si viene de la mano con esa conciencia de la norma moral del poder materno: no más abusos y aplicado en el ordenamiento político transversal.

En este contexto, es necesario recordar que Sebastián Piñera con su propio ejemplo de manejo en las empresas, incluido el caso de Teodoro Ribera, dejará al pueblo en la evidencia profunda de la inmoralidad en el ámbito de los negocios. A menos de un año en que el propio parlamento rechazara el lucro y aprobara una ley que entrega a 7 familias la industria de la pesca. Sin olvidar los propios negocios y problemas de la era en el poder de la Concertación y de la propia Bachelet.

Por eso, la diferencia implicara precisamente aprendizaje de cortar por lo sano. Ahí están los estudiantes, los padres y apoderados, el poder local de las alcaldesas y alcaldes. Ahí están los movimientos de defensa del medio ambiente en sus caletas, en sus puertos los pescadores, en sus barrios las juntas de vecinos. Ahí están impertérritos mirándonos sarcásticamente los que no participaron del proceso de elecciones: cerca del 60%. Ahí están las clases medias, los profesionales de los mandos medios de los servicios públicos, ahí están los obreros y obreras esperando esa justicia con aroma a ética democrática y de profundización de mínimos que no llegó, que no se construyó.


En lo explicito toda el agua que ha pasado bajo el puente durante estos cuatros años incluye la derrota de la concertación y la candidatura de MEO. En lo implícito por cierto cada quien esperamos que reflexione y mire su estómago y su bolsillo, revise si ya ha ganado lo suficiente y se retire no solamente del espacio político sino también del ámbito de las finanzas. No como sillita musical, sino sin repetición de plato, y sin participación en los negocios para dejarlo contento. La élite de la concertación y las políticas públicas de gobernar con los amigos, el nepotismo y sus redes también tiene que tener término. Y si no lo hacen en público, al menos en privado quienes han dirigido la concertación incluida “la nomenclatura” deben dar un paso al costado. La dignidad y el respeto ciudadano están en juego.

Bachelet construirá una Épica del retorno y del regreso desde un ejercicio de maternidad fraterno, benevolente y justo. Restaurando la moral de buena convivencia entre hermanos. Eso nos salva y redime. Lo otro es más de lo mismo. Inaceptable.

lunes, octubre 29, 2012

ENTRE EL GRAN RUIDO Y PEQUEÑAS ALEGRIAS: De los Resultados Electorales Municipales 2012


ENTRE EL GRAN RUIDO Y PEQUEÑAS ALEGRIAS

El resultado de las elecciones municipales efectivamente es motivo de alegría porque se han logrado obtener triunfos notables y potentes. Sin embargo, ese motivo de alegría no debería sostenerse en el tiempo venidero porque la no participación de, en torno al 60% de la ciudadanía en la emisión y elección de sus candidatos comunales, mina precisamente la representatividad de aquellos que han sido electos. Su fuerza electoral es minoritaria si se compara con la abstención. Se trastocó el orden en relación a las minorías y mayorías en la construcción del orden institucional.

En un sentido más profundo, está en crisis la democracia en Chile. Sabíamos que este problema se da en el mundo occidental entero, pero el cambio hacia el voto voluntario y la inscripción automática dejo en evidencia  que: la institución de la elección de nuestros representantes se sostiene sobre una minoría de un 40% que es la que vota, y que por lo tanto la legitimidad de los líderes que nos gobiernan es precaria. Llegó a Chile la crisis: esa es la noticia.

Estamos hablando entonces de crisis de institucionalidad y crisis de legitimación en la constitución del poder, esta vez, manifiesta a través de los líderes comunales. En el futuro, es decir hacia el próximo año, con un problema ad portas: serio, radical y severo si es que nos quedamos en el regocijo falaz de haber sacado, del 40%, una  mayoría necesaria para ganar y conseguir un asiento municipal. Sin considerar la fragilidad de esa construcción de poder y su legitimidad.

Dicho así, la élite que gobierna en los dos principales poderes del estado: ejecutivo y legislativo, tendrían que analizar y proponer alternativas políticas que puedan conducir a una reparación de lo perdido porque no podemos como país seguir por este riel. La crisis ya se instaló, el cuestionamiento hacia la democracia como gobierno y gobernabilidad ya se transformó en un problema. Los líderes que dicen que son electos democráticamente, no son en verdad, legítimamente reconocidos y constituidos como tales. Tienen pies de barro porque su empoderamiento es muy pobre.

En efecto, la mayoría de los chilenos y chilenas, 60%, está cuestionándolos, diciéndoles a diario, ustedes no nos representan. Ustedes fueron electos con la minoría de votos.

Es cierto que tal vez con la votación e inscripción obligatoria estábamos camuflando esa distancia, ese hoyo negro bullente que ahora se ha transformado en la gran explosión. Sin embargo, esa gran explosión que no habla, pero que se abstiene, indica claramente su desenganche de la vida social, su incredulidad en relación con el sistema político, su repudio. Es decir, habló ruidosamente de una manera estrepitosa. Fue un gran ruido que seguiremos escuchando a pesar de que muchos querrán hacerse los lesos.

Obviamente el gobierno querrá hacerse el leso. Obviamente los partidos políticos querrán hacerse los lesos. Seguramente muchos del Partido Socialista que están esperando que llegue Bachelet y les restaure el poder perdido querrán hacerse los lesos y pasar piola. Sin embargo, desde hoy, estamos instalados en la anomia desde la propia institucionalidad vigente, estamos instalados en la crisis de institucionalidad del sistema desde dentro por los de fuera. Y sentirse observado de ese modo es a lo menos impostura, incómodo.

Es complejo sentir y pensar que significado acarrea esta situación para los que estamos dentro y nos sentimos integrados a través del voto. Una cosa está clara, no podemos seguir diciéndole al otro que es minoría y que no puede opinar porque no votó, precisamente porque se trata del 60%. Y he ahí la paradoja.

Esta vez el no votar, la abstención ganó. Y ese es el gran ruido o voz que deberíamos comenzar a sentir. Esa es la instalación verdadera sin subterfugios que debería comenzar a contarse y a ocuparnos. 

viernes, octubre 05, 2012

X una política en serio: 2012 Octubre

X una política en serio: 2012 Octubre

Si la oposición, entiéndase Movimientos Sociales más Partidos Políticos quieren sacarse definitivamente la gobernabilidad y el gobierno de Piñera de encima en cuanto capital simbólico tiene que deconstruir estos tres activos del actual presidente tal cual se manifiesta en la recordación y el anclaje de los electores de acuerdo a las últimas encuestas de Adimark Septiembre 2012.

1.- Es activo y energético
2.- Cuenta con capacidad para enfrentar situaciones de crisis
3.- Cuenta con capacidad para solucionar los problemas del país.

Y por cierto mantener a la baja, las que sistemáticamente se han construido en la recordación y el anclaje bajo la línea de aceptación promedio:

1.- Cuenta con autoridad
2.- Cuenta con liderazgo
3.- Le genera confianza
4.- Es respetado por los chilenos
5.- Es creíble Es querido por los chilenos

Deteriorar la imagen de autoridad y liderazgo del gobernante pasa simplemente por ir indicándole todos los negocios mal hechos, los emprendimientos en medio ambiente y en la minería, en la configuración de lo nacional. Es decir, dejarlo hacer. En efecto, el no ha podido liderar ni controlar sus propios impulsos depredadores capitalistas de competencia salvaje, y por lo mismo no tiene agallas para frenar a los de su propia élite ni al mundo de las finanzas. Va a morir en su ley, desesperada, porque se les acaban los 4 años y necesitan hacer negocios antes que se vean obligados hacer los cambios profundos a la Constitución para abrir las puertas más temprano que tarde.

Es más, si observamos cada uno de los ítems por los cuales un gobierno es evaluado en la encuesta, hay 7 claramente vinculados a Ministerios que están bajo la media de aprobación, esto es, los propios ministros a los cuales están asociados resultan no estar aprobados en su gestión:

a.- Cuidado del Medio Ambiente
b.- Descentralización del país, (Ministerios de la Moneda preferentemente Interior
c.- Salud
d.- Transporte público
e.- Corrupción en organismos de Estado (TODOS)
f.- Educación
g.- Delincuencia (Interior de nuevo)

Pero todo esto no es suficiente. A estas alturas de los hechos, que es como aceptar, que ya se han jugado los dos tercios del tiempo del partido de gobierno y van perdiendo, la élite política de la oposición articulada en los partidos políticos, y anclada en la institucionalidad como legítima y hegemónica gracias al sistema binominal, junto a los movimientos sociales, deberían no solamente generar espacios de celebración de hitos históricos, sino, desde allí, desde la funa misma, comenzar por reconstruir sociabilidad para el proyecto de refundación de Chile bajo el segundo mandato de Bachelet.

Esto es, comenzar a sacar las cuentas de las ganancias que ha generado la inversión y soltar la generosidad por la ventana y la puerta.

Es bueno que se jubilen de los negocios construidos en virtud o sin ella, del ingreso al campo de la política de las nuevas familias endogámicas desde 1.990, y por cierto, al ejercicio de la política como negocio. Es necesario que suelten el nepotismo y la democracia oligárquica. Viva la exogamia o es tiempo para la sobre vivencia del linaje cultural. Es bueno que lo hagan como experiencia moral. Además en sintonía con los jóvenes a nivel regional y nacional. Viceversa. Ya que sin ellos no hay gobernabilidad ni proyecto para Chile. Si no hay inclusión misogenación, Bachelet no podrá gobernar.

Más allá de lo que digan las elecciones a concejales y alcaldes en cuanto a resultados incluso porque han aumentado los candidatos independientes. La baja o deconstrucción de los atributos de liderazgo y gobierno del presidente, no dicen mucho si la oposición no enfrenta su propia tarea: construir las redes de sociabilidad, de conversación, la comunicación, las neuro-lingüísticas y el entrenamiento ontológico en el lenguaje necesario para generar la sinergia hacía los líderes y liderezas que deberán acompañar el próximo gobierno de Bachelet.

No estamos pidiendo ni escribiendo nada nuevo. Se lo pedimos a Lagos, y Flores hizo lo que pudo aunque como sabemos los lazos de nepotismos se exacerbaron. Se lo pedimos a Bachelet,y los que siguen aún ahora en el gobierno binominal de la oposición no la dejaron, y ella a su vez, llego con su propia familia de amigos y amigas. Por lo mismo, la tercera es la vencida. Y como dice el emblema nacional: es “por la razón o la fuerza”.

Por la razón sería conversar, escuchar. Los viejos tienen que entrar a motivarse con las rabias de los jóvenes, con los límites que sobre los negocios y la moral nos pondrán. Y tendrán también que entrar a explicar los hitos que hicieron la circunstancia histórica “humana” para en espacios cerrados y/o abiertos ir acotando el sentir de la asamblea constituyente. Sea, en termas congresales o como termas al modo clásico de recibir un tesoro espiritual societal fundante.

Por la fuerza es mantener las movilizaciones sociales, seguir con la protesta y la denuncia en todos los ámbitos políticos y sociales donde surjan elementos de gobernabilidad dudosa.

En este contexto, lo del Ministerio del Interior con Peña-Hinzpeter, la cuestión de la delincuencia asociada a la droga, lo del Litio por economía, lo del presupuesto, sumado a lo de educación, salud que no tiene solución en este gobierno, lo de medio ambiente, etc. en otros imprevistos, requieren solamente de organización de parte de las fuerzas políticas de oposición e insistimos "generosidad".