jueves, mayo 01, 2008

Elecciones en el Partido Socialista: 2.008


Allende inicia la conversación con Escalona ante la “mass mídia”. La puesta en escena del Flash – foto de Kundera en el reino de la imagocracia. Ominami conversará con Solari, Letelier y todos con Navarro y Zamorano. Schilling tendrá también que hacerlo con Ominami. El escenario es el congreso, el parlamento, pero las conversaciones, el cabildeo, eso de ponerse de acuerdo republicano se da cuando se sientan a tomar café. Y está claro que Escalona tendrá que negociar su mandato porque “solo” no le da para definir los dos años. Y hay una fecha importante para Isabel Allende en relación a que estaremos ante el natalicio de su padre y en ese periodo pedirá la presidencia. Escalona no le va a negar eso a Isabel.
Ahora: ¿Cuál será la petición de Ominami va a depender de lo que quiera él, quieran los Terceristas: Solari y Letelier, pero también pasa por cabildear y saber que quiere Navarro y Zamorano. Ominami es el puente de plata hacia esa recuperación, es un aporte. También lo es Barrios, Lazo, y Moya en las otras listas. Interesante proceso de deliberación porque trae implícita muchas conversaciones que recuerdan posicionamientos tendenciales, formas de confrontarse en la opinión pública que han sido duros en el último tiempo previo a la elección y también durante el congreso. El partido ha estado tensionado en el último tiempo en sus relaciones internas por eso hay muchas conversaciones que sincerar. Por lo tanto ¡Misterio! sobre cómo en definitiva se terminará calendarizando la rotación en la presidencia.
En términos de fuerzas quienes se tienen que sincerar obviamente son Schilling y Ominami. Ahí hubo claramente un quiebre. Y pueden llegar a hacerse deliberaciones serias porque los asuntos que han ventilado han sido claramente materia de controversia en la opinión pública y ante los tribunales. Tienen como antecedentes el trato duro y cortante que dieron los Ominami (Padre e Hijo) a la permanencia y paso de Schilling por la Oficina de Inteligencia versus la cuestión de los programas pro empleo en la quinta región donde Ominami es senador y que hasta el día de hoy se ha mantenido en congelamiento al interior del Partido. Se suma a lo anterior que, ambos tuvieron una alta votación y estaban en las antípodas políticas en términos de propuesta, coyuntura y planificación estratégica del Partido. Se podría decir que uno es conservador socialista, y el otro transformador. En fin, en los gestos de acercamiento está la clave de la restitución de confianzas para definir los acuerdos, y en eso es clave el tribunal supremo al entregarles y proporcionarles el espacio para que puedan conversar.
Pero los gestos de flash y foto ante la prensa también son indicadores de las peticiones que hará cada cual. Allende sabe que va a participar de la Mesa. Y ella tiene claro lo que quiere negociar: un periodo en la presidencia. Y en eso sabe que no tiene para que pelear. Ominami, Letelier, Navarro, Solari y Schilling claramente no quieren que todo el nuevo periodo sea entero de Escalona. Entonces Allende fue a solicitar su parte. Y falta ver como se resolverá el resto del periodo.
En efecto, durante el proceso de campaña todos los otros candidatos habían levantado sus candidaturas a suceder a Camilo Escalona, por lo que si mantienen sus deseos en términos de liderazgo también deberán negociar su tiempo ya que todos habrían dicho que lo requerían. Y para ello por cierto necesitan tomar conocimiento de la conformación entera de la totalidad de los miembros al Comité Central.
Al Comité Central concurren algunos alcaldes que consiguieron alta votación interna y los representantes de regiones que aunque obedecen también a apoyos tendenciales, tienen su propia demanda. Por lo tanto negociaran su voto a cambio de los deseos concedidos u otras consideraciones. En este contexto, se abren un conjunto de temas sobre los cuales hay que negociar acuerdos relevantes para la institución partidaria: política de alianzas, relación con el gobierno, relaciones internacionales, elecciones municipales, organización y conducción de las mismas, ergo, definición de carrera presidencial y definición dentro del Partido, del que sea su candidato. Por cierto, de este ramillete, las elecciones municipales están ad portas y lo que se acuerde o no sobre el presidenciable es clave.
De la política de alianzas con otros partidos, se puede decir que todo dependerá de quien sea el rostro elegido para iniciar el nuevo periodo. Pueden haber sorpresas en el sentido de que Camilo Escalona no lo inicie y sea otro rostro. Por ejemplo Letelier o Solari o hasta el propio Schilling o hasta Ominami. Entonces, el punto es que tal vez entre todos tengan que compartir periodos, y negociar por ejemplo la secretaria general concentrada durante todo el periodo en una sola mano y la creación de más vicepresidencias ya que como se reitera: todos ellos cual más o menos dieron la señal de que querían un cambio de rostro, al menos durante la campaña. Es decir, todos y todas las/los que no son Camilo Escalona.
¿Cómo satisfacer? Lo que está claro es que Camilo Escalona tendrá que resolver dentro de su lista y las otras con quien comparte su presidencia, además de Isabel Allende por cierto. Puede ser que todos señalen y apoyen a esta última en su demanda. El punto es que este apoyo no resuelve el tema de la conducción, y el giro que necesita hacer el Partido para transformarse en un partido ciudadano, más deliberante en relación con el gobierno y más propositivo en torno a lo que sea el futuro de la Concertación.
Bien. Eso es todo por ahora… a lo lejos alguien canta, a lo lejos.

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