martes, diciembre 27, 2005

De la Farándula Política a la Discusión sobre Temas País

El diseño y la estrategia de campaña para la segunda vuelta electoral presidencial de los medios de comunicación asociados a la derecha económica y ahora con pretensiones de reconquistar el poder político como ChileVisión, Megavisión, la Tercera, El Mercurio, La Segunda, la cadena de emol, etc., ha pasado de un primer momento agresivo y violento acorde con el ritmo del candidato Sebastián Piñera, donde los contenidos faranduleros olían a populismo machista; a un momento actual en el cual se comienza a soslayar esta veta porque no da los resultados esperados, y se apunta más bien a la simulación de escenarios que generen inseguridad, incertidumbre, dispersión en la ciudadanía en relación con valores como la lealtad, el compromiso, la confianza, la coherencia, la consistencia, y por sobretodo, la dignidad que sustenta quien es y ha sido leal a su historia política con prescindencia del dinero.
En efecto, se inventan infundios o se echan a correr rumores sobre la vida al interior del equipo de campaña de la candidata Dra. Michelle Bachelet precisamente para devaluar su capital simbólico en orden a parar el incremento de su empoderamiento que debiera tender a subir en esta segunda etapa. Los cuentos son del tipo: Juanito se peleo con Dieguito porque Pedrito no quiso prestarle la cámara fotográfica a Cristina que se fue enojada y triste para la casa porque no pudo sacar la fotografía de su oficina en el comando. Lectura y Comentario del ingenuo incauto de la farándula política: “ven, la tele y los diarios dicen que la candidata no lidera”. Lectura suspicaz e inteligente: ¿Quién escribe? , ¿Quien es el dueño de este diario o de este canal de televisión?, ¿Qué intereses tiene en juego si gana uno u otra candidata?
Se inventan conflictos entre los adherentes, sean estos miembros del comité político, territorial o comunicacional con trayectoria pública miembros de los partidos políticos de la Concertación: Cecilia se enemistó con Florencia porque Andrés no quiso prestarle el aparato de video que estaba en la sala de reuniones. Y los amigos de Andrés las echaron para la casa, a ambas por cahuineras, y ellos se instalaron como reyes y señores, de nuevo en el mencionado comando. Lectura y Comentario del ingenuo: La doctora no va a poder gobernar, los hombres ya llegaron a su comando y la tienen acorralada. Lectura inteligente: las nuevas formas de gobernar se hacen sumando y conformando equipo, no con individualidades egoicas.
A partir de la configuración del nuevo equipo y cooperación de otras personas para la segunda vuelta, se sugiere puras peleas por lo que, la oferta y el compromiso de M. Bachelet en orden a introducir cambios generacionales, dar oportunidades a los y las mejores, no a los ya probados desde el inicio de la democracia, sino a los nuevos y nuevas corre peligro, lo mismo que su compromiso con la equidad y la discriminación positiva para las mujeres. Ejemplo: A Camilo lo dejaron abajo, a Alejandro no lo invitaron, a Esteban se lo comieron los colorines, a Gabriel lo sacó Sergio porque le tenía sangre en el ojo, Manuela se fue para la casa, Ana María se sintio porque no llevaba la vocería, etc. Lectura ciudadana ingenua: triste espectáculo el del comando de la Dra. Lectura suspicaz: ¿Qué pasa con los medios de comunicación?, ¿que pasa con los periodistas? ¿Que pasa con la agenda pública y setting?, ¿Los tienen pauteados?
Finalmente, la propia comparsa medial del candidato se obstina en manipular los hechos políticos del último tiempo de forma tal que pareciera ser que el ejecutivo es sustituido por el Partido Comunista porque es Ricardo Lagos y No la directiva de dicho Partido el que escribió los 5 puntos con las demandas de las cuales el cambio del sistema binominal no deja de sacar ronchas, levantar polvareda hasta dejarlos sin ver para donde van y por donde viene.
En verdad y con tranquilidad para este año nuevo desearía solicitar mas inspiración, mayor creatividad, mayor altura de miras con Chile incluso para explicar porque es necesario modificar el sistema binominal que aunque no lo crean algunos intelectuales, la gente del pueblo, ya comienzan a preguntar y a indagar ¿de que se trata?

martes, diciembre 20, 2005

Porque no hay Primera sin Segunda: ¡Firme por Chile Contigo! Lilian Letelier

Y se va la segunda patita de la campaña y fiesta democrática electoral presidencial como si nada: corriendo “ojala” menos por aquí, buscando un espacio por acá, conversando con los amables familiares, con las amistades y afectos en estos días de final de año, también de fiestas que siempre resultan, personalmente, agotadores. Por eso, pareciera ser que el mejor regalo es parar el consumo, bajar las actividades sociales, bajar el nivel de ruido mental y de exposición pública, para ir dejando que la quietud y la paz tomen su lugar después de una larga jornada anual. Así se puede entonces ir recuperando la sensatez, la prudencia para avanzar hacia la victoria. Así, se pueden recomponer las fuerzas para encaminar los últimos pasos firmes hacia el 15 de Enero del 2.005. Y en la construcción de esa huella por cierto, comienzan los reconocimientos anticipados que como germinaciones han brotado de las conciencias nacionales lúcidas por estos días.
En efecto, después del triunfo de la Doctora Michelle Bachelet en la primera vuelta, la claridad, la inteligencia emocional, razón y el tema - proyecto - país necesario para darle sentido a estas elecciones fueron colocados en la conversación y el debate precisamente por una de las fuerzas políticas perdedoras y que no se encuentra representada en el Parlamento. Se trata del Partido Comunista de la alianza Juntos Podemos que obtuvo a nivel nacional un poco más del 5%.
Y en verdad se dice y se resalta la posición del Partido Comunista en estos días porque a través de su comportamiento, de su agenda y propuesta hacia la Concertación Política no solamente ha demostrado la importancia de la disciplina histórica de una militancia partidaria, la importancia que tiene ser una organización con años y tradición de lucha obrera, operaria, social; sino la necesidad de que los perdedores que a veces también son una minoría electoral puedan tener vocería, representación y opinión pública política. Ellos, el PC, cuando la élite ganadora, y la que se auto – proclama ganadora por pasar a la segunda vuelta, pierden la perspectiva y se traban en recriminaciones y descalificaciones personales, cuando no en la guerrilla y defensa territorial por la negociación del medio metro ganado, han tenido como colectivo la generosidad y la altura de miras de proponer y poner sobre la mesa lo que realmente le importa al país, a la nación, a saber, la discusión sobre como podemos vivir en una democracia más sana ambiental y ecológicamente, integrando y cohesionando con una mejor representación electoral parlamentaria, y con mejor reparación económica en materia de derechos humanos.
En el fondo de esta verdad, más allá de los arrebatos casi de niño mimado, enojado y amurrado por no haber obtenido el ansiado juguete navideño de los dos dígitos, que es lo que inicialmente se evidencia de la declaración de Tomás Hirsh, la propuesta que el Partido Comunista y el Juntos Podemos han hecho a la candidata Michelle Bachelet para entregarle su apoyo electoral el 15 de diciembre es una demanda transversal en anclaje ciudadano, que limpia y despeja porque entrega a la tierra la semilla de lo que debe ser “esta” campaña. Es nuestro rumbo Sur. Los occidentales dirían es el Norte.
Está sobre la mesa y cena nacional del año nuevo entonces la discusión, la posición y la necesidad de avanzar en orden a cambiar el sistema binominal. Es cierto que se necesitan tres tercios del Senado, y no es suficiente la mayoría simple como la que la Concertación ha obtenido en estas elecciones, sin embargo es necesario comprometer a los legítimos demócratas en esta Reforma Constitucional ahora para que en los 4 años venideros y antes de las próximas elecciones municipales vea la luz.
Pero hay más. Es cierto que Michelle Bachelet se comprometió con los ambientalistas y ecologistas en orden a crear un Ministerio del Medio Ambiente, a crear una normativa que permita profundizar, preservar y revisar ciertos proyectos industriales que dañan el patrimonio. Hay entonces que visibilizar esos acuerdos y en ese contexto rever el proyecto Pascual Lama que es otras de las demandas del PC.
También es legítima la aspiración de mejorar las pensiones de aquellos que han sido afectos a medidas de reparación por las violaciones a los derechos humanos cometidas en dictadura. El progresismo en general y el socialismo en particular es sensible a estas cuestiones así como a los compromisos con la defensa de los derechos laborales y de los trabajadores. Por lo mismo junto con dar un reconocimiento público al rol jugado por el PC en esta coyuntura política, es necesario encauzar estas discusiones hacia un compromiso público de aquí al 29 de diciembre de modo tal que lleguen a darnos buenos frutos al iniciarse el 2.006 y el nuevo periodo presidencial encabezado por la Doctora Michelle Bachelet. De hecho se ha observado la acogida también de parte de la Democracia Cristiana a través de Andrés Záldivar con Gonzalo Rovira a nivel nacional, y a nivel regional con el llamado de Pablo Lorenzini junto a los presidentes de los Partidos Políticos que forman la Concertación.


miércoles, diciembre 14, 2005

Primero entrará un camello por el ojo de una aguja, que un rico al reino de los cielos Lilian Letelier V.

A propósito de una discusión presente con mucha efervescencia en Chile sobre el significado atribuible al humanismo cristiano y en torno a si un empresario como Sebastián Piñera puede llegar a ser presidente de la república basta remitirse al título de esta opinión y sacar las propias consecuencias en honor a lo que dicta el corazón, la consciencia, la rectitud de ánimo y por cierto la sabiduría.
En efecto, algunos analistas políticos, algunos políticos y algunos periodistas mandatados por los dueños de los medios de comunicación en los últimos días están pretendiendo mostrarnos la concordancia entre “el tener dinero”, el ser capitalista” y “el hacer uso de ese dinero en beneficio de la adquisición de poder político”. Es más parecieran decirnos entre líneas que no es “bueno” para el debate, ni para la comunidad chilena mencionar, ni menos aún poner en discusión estas cuestiones porque con ello estaríamos descalificando a todos los empresarios y al esfuerzo que cada uno ha hecho por el bien de Chile y de los trabajadores.
Es decir, no habría que hacer mención al hecho que el actual candidato a la presidencia no es cualquier mediano, ni pequeño empresario, sino una de las mayores fortunas del país, no habría que denunciar en efecto que durante su campaña es evidente que se ha extralimitado en gastos de propaganda, en uso de su imagen en los medios de comunicación en su mayoría de Derecha, no habría que preguntarse sobre el origen y procedencia de su riqueza ni si está situación es trasparente para los trabajadores de sus empresas, ni para los trabajadores del país, ni si aquello tiene y tendrá algún efecto en las políticas sociales, en las relaciones y los derechos laborales, incluso en la consolidación de la pequeño y mediano empresa ante el avance monopólico y oligopólico del cual por cierto el candidato es un fiel representante. Todo ello que duda cabe pareciera ser que alimentaría una suerte de conflictividad social ya olvidada que nos remitiría a resucitar la antigua lucha de clases que tanto dolor nos ha traído. ¡Como si en ella no hubiera existido además ignominia, injusticia, dominación y tiranía!
Extraña por cierto que la opinión pública política quiera pasar amnésica y los medios de comunicación junto a los periodistas no abrán lo que más les gusta abrir: la boca, para al menos hacer preguntas sobre el significado de lo que está en juego. Más aún en sus orientaciones nos previenen que nos es bueno para la Candidata Michelle Bachelet hablar ni enfrentar estos hechos con sinceridad, con transparencia al pueblo. ¿Será que también están comprados?, ¿será que no quieren que los popularicos abran los ojos y vean el peligro mortal que significa para los trabajadores y la clase media que gane un hombre como Piñera? ¿Será que no quieren que veamos precisamente el aumento de la conflictividad social que tendremos antes de finalizar el año 2.006 porque Él no garantiza cohesión ni paz social que es lo que la Concertación ha dado todos estos años? Se han preguntado ¿Qué va a ser Piñera cuando tenga a los trabajadores de sus ex empresas en la calle? ¿Les va a regalar condones o les va a mandar la represión?
Más aún, lo insólito es que precisamente cuando la candidata firme y resuelta decide mostrarle al país el posicionamiento de su contendor, y para ello es bueno reiterar y recordar la máxima humanista cristiana: “primero entrara un camello por el ojo de una aguja, que un rico por el reino de los cielos”, es el propio candidato apoyado en su dinero, en sus recursos y en su bazofia populista el que descalifica la presencia o ausencia de carácter. El se autoproclama como el donador de la salud mental. El precisamente: el agresor, el descalificador, que esconde inseguridad, baja autoestima, debilidad y falta de caballerosidad. O sea, cada vez que a Sebastián Piñera le nombran su definición, le dicen lo que es: un capitalista, un gran empresario (por la riqueza) se enoja, se molesta y acusa a quien se lo dice de mentiroso, de falto de carácter, de falto de veracidad. Cabe preguntarse entonces ¿Cómo es la cosa?
¿Quién es el que no acepta la verdad?, ¿Quién es el que no acepta que le digan quien es? ¿Quién no acepta su historia económica y política?, ¿Quién no es consistente, ni coherente con sus actos?, ¿Quién no ha sido coherente con su pasado ético y ahora viene a vestir al humanismo cristiano con pinta de camello para ver si en una de esas lo pasa por el ojo de la aguja?
En efecto y dado el contexto, es necesario entonces afirmar con la fuerza de la diferencia que hay un sector político en este país que piensa que Sebastián Piñera no puede ser presidente de Chile porque es empresario y precisamente porque no se trata de cualquier empresario. Se trata de un empresario que posee una de las fortunas más grandes de Chile, que no ha aclarado la relación que tienen sus empresas con los trabajadores, que sigue haciendo uso de sus empresas para la consolidación política de la derecha política y económica. Y finalmente que si los gobiernos de la Concertación hasta ahora no han tenido mano firme con esta procedencia de los políticos, es el momento de hacerlo y sin temor como lo está haciendo Bachelet. Porque también es cierto: una cosa es profesar el ateismo humanista y desde allí fundar una ética social con el cristianismo, y otra cosa es ampararse camufladamente en el cristianismo para querer ahora la torta entera y más encima engañando a la ciudadanía. En efecto, es probable que esta situación y actitud comunicacionalmente no sea la más “trasversal”, pero no hay que olvidar que si estamos en ella, es precisamente por no haberla tratado a tiempo.
Por todo lo anterior la garantía de Chile, de los chilenos y chilenas en su mayoría trabajadores es M. Bachelet.

domingo, noviembre 27, 2005

El Factor Género: ¿Una Violencia más ejercida contra las Mujeres? Lilian Letelier

La semana pasada se conmemoró a nivel internacional y nacional, la legítima reivindicación por erradicar y contener las formas de ejercer violencia contra las mujeres en cuanto sujetos de derechos sociales y políticos considerando el supuesto, no menor que las mismas, han ocupado y ocupan todavía un lugar mayoritario de subordinación cuando no de explotación de su fuerza de trabajo y de su cuerpo al interior de las relaciones sociales, en la división socio sexual del trabajo en las sociedades llamadas modernas.
En efecto, se conceptualiza “violencia ejercida contra las mujeres” y no “violencia intrafamiliar” porque precisamente esta misma categoría se está prestando para “el uso con violencia y valor intimidatorio” de manera equívoca, de símbolos que ante la ley nos son cercanos como comunidad, se trata de categorías como: madre, cónyuge, hijos, hijas y familia. Estos están siendo manipulados de manera perversa en determinados contextos de producción de la vida cotidiana por los aparatos comunicacionales publicitarios y de propaganda.
En concreto, el contexto chileno es:
- una campaña publicitaria donde los candidatos de la Concertación y del Pacto del Juntos Podemos no tienen acceso con equidad a los Medios de Comunicación existentes en el país porque sus principales dueños son de la derecha económica y política desde donde por cierto provienen los otros dos candidatos, sin más los dos hombres.
- las interrogantes en torno a las estrategias comunicacionales que se desplegaran en los últimos 10 días de campaña para las elecciones presidenciales y parlamentarias, en las cuales por primera vez en la historia hay una Mujer, precisamente de la Concertación, como candidata presidencial con grandes posibilidades de acceder a ocupar la primera magistratura de la Nación sin mediar segunda vuelta. Y pasados estos 10 días, como serán los días de campaña y publicidad posteriores, si no hay triunfo electoral de la candidata presidencial Mujer, Michelle Bachelet en primera vuelta.
Por de pronto entonces es necesario acotar y marcar que hay diferencias sutiles en el modo como se ha expresado y ejercido agresión y violencia contra las mujeres desde el sistema de dominación cultural y de las comunicaciones, en lo que lleva de campaña electoral. Se trata por cierto de una violencia simbólica y psicológica porque ella es vehiculada a través de imágenes, palabras, lugares, funciones y posiciones sociales que colocan a las mujeres muchas veces en la aceptación sumisa de la dominación masculina y de la reproducción de su imaginario. Basta observar “el lugar que ocupan” en los mensajes, y “los mensajes” que envían “las mujeres de” cada candidato de la derecha: Sra. (cónyuge) de Lavín y Señora (cónyuge) de Piñera. En efecto en esos mensajes hay:
- Violencia simbólica en el refuerzo al consumo y usufructo del imaginario masculino paternal y patriarcal en tanto donador de orden conservador, seguridad, protección y proveedor de recursos. Los ejemplos siguen siendo los mismos. Las “Señoras, Madres o Mujeres de” (cónyuges) son usadas por sus maridos candidatos para pedir el voto a las Sujetos Mujeres a través del gancho de asegurar la protección, los cuidados, el emprendimiento “de y a la familia feliz” romántica, moderna, biparental y monogámica.
- Violencia simbólica presente por la paralización de los procesos de autonomización, liberalización, conducentes ambos, a mayores grados de conciencia y razonamiento propio de las mujeres como sujetos de derechos, y que por cierto derivan en la contraparte, cuando hay mujeres "empoderadas" y “visibilizadas en sus liderazgos” (Michelle Bachelet), en cuestionamientos hostiles y agresivos, precisamente desde el imaginario cultural dominante simbolizado masculino que opera como soporte o reducto kitch del parroquianismo chilensis.
Y claro la guinda de la torta es que a este invento ideológico, en esta campaña, los medios de comunicación de masas lo comienzan a llamar " factor género". Ejemplo claro de esta cantinela conservadora son los mensajes lanzados contra la candidata Mujer. Y todo por no decir “derechamente” y sin camuflar, a secas, que se trata de violencia simbólica que ejerce y usa el sistema, a nivel de la cultura, para mantener y privilegiar la dominación masculina de las mujeres bajo las nociones de seguridad, gobernabilidad, orden. Violencia simbólica para mantener y reproducir la dominación ideológica a partir de los juegos de seducción populista de cara a las carencias afectivas, sexuales y emocionales aún remanentes en las mujeres. Violencia simbólica para mantener la explotación de la clase de las mujeres y aprovecharse aún de su pobreza social y psicológica en términos de valoración y autoestima lo que se traduce en retracción de su propio avance porque: se promueve una parálisis en el proceso de auto percibirse como Mujer Sujeto de Derechos en contraposición a auto percibirse como Mujer Madre en la Defensa de los Derechos de Familia y Parentesco. Al fin de cuentas, Violencia simbólica para revertir e invertir la creciente solidaridad, cooperación y fortalecimiento de las mujeres como sujetos sociales y políticos. Y en este caso, se ponen para el contraste modelos de mujeres que han privilegiado ser madres, débiles social y políticamente, opción legítima por lo demás, contra mujeres jefas de hogar, profesionales, con temple, coraje y pasta de Presidenta de la República. 27 de Noviembre del 2.005


lunes, noviembre 21, 2005

EN EL RIESGO y en la apuesta: ESTOY CONTIGO C.Lilian Letelier

La cosa pública está que arde y eso es bueno: por la ciudadanía en elecciones, por los presidenciables y la presidenciable, de refilón por las parlamentarias, y sobretodo por la democracia. No podía ser de otro modo después de todo, junto con la democracia, también tenemos que confirmar que existe: un poco de incertidumbre y comenzamos entonces a sopesar el valor de cada voto en la participación popular, un poco de riesgo y entonces comenzamos a medir el tamaño de la veracidad, de la falacia, y del populismo; un poco o mucha pasión y comenzamos a cobrar la confianza, la gobernabilidad, la historia de lo que hemos vivido y por donde hemos caminado, y también un poco de juego, entonces comenzamos revisar el compromiso social cuando no a buscarlo en los otros y otras, cara a cara, cuerpo a cuerpo.
En efecto, como comunidad en esta última etapa antes de emitir el voto, comenzamos a sincerarnos al tentar identificarnos con cualquiera de los y las candidatas para proyectarnos en el tiempo histórico y en el espacio. Ahora, en estos últimos días comenzamos a mirar el escenario político, -de verdad y buscando la verdad que pueda haber en él- , comenzamos a ver quienes somos, quienes hemos sido y que queremos ser, sin revisar la mayoría de las veces todas las carencias, todas las privaciones que queremos espejear y de las cuales haremos responsables al candidato o candidata al cual queremos darle el voto. Porque es cierto, en el voto aparecerán todas nuestras obscenidades, mezquindades, egoísmos, y por cierto también nuestras generosidades.
Y antes de que se concretice aquello en la urna, en estos días comienza a inscribirse y a tejerse esa suerte de identificación con la candidata o el candidato al cual se le dará el voto. Se trata de una identificación oscura, temeraria, y compleja en términos de contenidos subjetivos porque el electorado, es decir los chilenos y chilenas ante el voto tenemos culturas políticas diferentes: algunos con la memoria puesta en los principios se mantienen firmes en su tradición sean de izquierda, derecha o centro político. Votan por convicción e identificación con las ideas, se diría que en la actualidad son los menos. Otros claramente han aprendido a cobrar su trabajo electoral y militante, votan en la actualidad según la conveniencia y el interés de mantenerse y confirmarse en esa o aquella posición política. Son elegantes para cobrar su voto pero pasan la cuenta igual. Hacen un juego que mide el “como voy en esta”. Otros más rudos y populares han aprendido a cobrar por el trabajo político haciendo propaganda, y en esta suerte el voto es parte de ese pago porque no se puede terminar de una manera tan fatal en la esquizofrenia de vender a un candidato “puerta a puerta” y después en la urna emitir el voto por el candidato o candidata contrario. Otros esperan que el clientelismo del día les diga hacia donde ir en función de cual sea el peso de la mano. Otros finalmente se han abierto a los cambios culturales y ese día llegaran transversales en ideas, “open mind” a escoger al que consideren es “el” o “la mejor”.
Y por cierto uno se cree el cuento de las alas y se tira de un décimo piso, otro ya comienza a vivir el chorreo y el despilfarro del machismo proveedor de trabajos y familia biparental monogámica, otro piensa que junto a otro podrá más, y otro mas los otros, más los mismos, decide en la honestidad simplemente que “está contigo”.
Hay riesgo, hay dolor, hay tensión, hay desgarramiento, hay fragmentación porque en la singularidad y en la intimidad cada ciudadano y ciudadana está tejiendo la consistencia o inconsistencia de su propia historia, la conciencia o inconciencia de su opción y decisión, la incoherencia o coherencia de sus acciones, intereses y puestas en juego. Cada ciudadano y ciudadana esta construyendo la tasación de su libertad, de su propia condición y proyección futura desde el presente, así como las justificaciones, argumentos que buscará tener y validar al decidir si se suma o se resta a ese llamado a ser una voz distinta en derecho, una nación diversa en familias, un país, un gobierno, una comunidad plural en reconciliación.
Entonces y solo entonces resulta que la elección se transforma en un reto y en un riesgo por el solo hecho de haber apostado y haber apostado a ganar. En un desafío y un nuevo reto porque perder querrá decir que nos falta más. Más lucidez, más conciencia, más valor. Mientras que ganar,
¿ganar? Ganar será entonces sentido puro para con lo que hemos hecho, entendimiento, razón, justicia con y ante tanta perdida, con y ante tanto duelo. Por cierto será también un profundo reconocimiento a nuestra capacidad terráquea y telúrica de construir humanidad
. ¡Hasta la victoria siempre!
22 de Noviembre 2.005


domingo, noviembre 13, 2005

Al Candidato Dr. Empresario se le Arrancaron los Pavos pa’ el Monte con el beneplácito de los Medios de Comunicación de Masas. (Dra.) Lilian Letelier

Si de algo ha servido la llegada del Chino Fujimori a Chile es para mostrar la hilacha machista oculta pero ya conocida del candidato de derecha Sebastián Piñera. Un poco desesperado tal vez por el casi nulo efecto electoral que arrojan las no módicas sino suculentas sumas de dinero invertidas en construir adhesión popular a través de costosas gigantografìas en las carreteras, llamadas telefónicas, anuncios de radio, etc., y luego que la candidata Michelle Bachelet trasparentara a la ciudadanía que se había cometido un error al dejar entrar al peruano in comento, no se le ocurrió nada más logrado que tratarla de “ignorante”. Y posteriormente, no satisfecho, acusó al propio gobierno de montar un show para justificar la supuesta ignorancia de la candidata. Todo ello con el efecto de mostrar conocimiento en materia de derecho relaciones internacionales y gobernabilidad nacional.
En efecto, el candidato además de sobre reaccionar, demostró a las claras que una cosa es anunciar que sabe manejar sus negocios y otra distinta, las relaciones internacionales, nacionales, políticas y la seguridad del país. En verdad, su comentario y arrebatos no hicieron sino espejear su propia ignorancia enrabiada. Todo ello porque el móvil de un machista camuflado es agredir, generar violencia, y hacerlo impunemente tras la competencia salvaje como es por cierto su costumbre, no solamente porque se trata de una mujer, sino porque por una parte es desde allí de donde proviene la inteligencia y la gobernabilidad que (El) percibe como en competencia y en falta para su propia autoestima, seguridad y por lo tanto motivo de su irritación.
Pero lo curioso de todo el episodio, es que con posterioridad, aunque todos los diarios nacionales incluidos La Tercera reconocieron el error del funcionario y del personal de Investigaciones, y por lo tanto implícitamente la veracidad de los juicios de la candidata, ninguno de los mismos ni el propio candidato se tomó el mismo tiempo y espacio para solicitar disculpas públicas. Y todo ello, porque este machismo está vehiculado a través del poder del dinero, en los medios de comunicación, que por cierto le permiten, mal que mal es dueño de uno, faltar a la dignidad, faltar a la honra, faltar a lo que antiguamente se denominaba caballerosidad y hombría como Pedro por su casa y sin tener que justificarse.
Pero hay más en este machismo económico travestido de democracia. Por de pronto el candidato demuestra que repite un tic, que este tic no ha sido elaborado, y que es efectista, además de falaz. Es efectista populista y no elaborado dado que no es la primera vez que públicamente ante los medios de comunicación trata así a mujeres políticas que le hacen peso en liderazgo e inteligencia dejando por lo tanto un espacio para dudar de la profundidad de sus convicciones democráticas en materia de discriminación y ley de cuotas cuando se trata de las mujeres. Y es falaz porque consigue inventar que el uso de sus millones de pesos en la campaña publicitaria que ha desplegado, y todas las veces que continua sobre exponiéndonos con sus mensajes agresivos se justifican porque el es un candidato presidencial solamente hace 3 meses. Es decir, como si no hubiera existido en Chile como Senador de la República y como presidente de un Partido Político: Renovación Nacional que siempre lo tuvo como posible presidenciable. Queriendo con ello pasar piola como cualquier emergente ciudadano de la clase media que ingresa a la política.
Finalmente, la guinda de la torta de esta falta de elaboración y análisis se muestra en el espejo como patológica cuando acusa al gobierno de Ricardo Lagos de hacer y planificar un montaje que justifique el supuesto error de la candidata. Ahí claramente ya se le arrancaron los pavos pa’l monte como se dice en jerga rural. Ahí hay delirio persecutorio y paranoico. Afirmar que el gobierno actual no tiene nada más que hacer el día domingo, lunes, martes y la semana entera que juntarse para investigar y buscar responsables que paguen cuales chivos expiatorios, cortados por el hilo más fino, los supuestos errores en las declaraciones de la candidata, es ya delirio persecutorio proyectado y transferido que merece diván por un tiempo razonable.
Con todo esto demuestra además y a menos de un mes de las elecciones, que rompió el fair play porque: o no conoce las reglas de competencia de lo que es un juego justo y digno, o nunca ha sabido de que se trata un juego justo y digno porque ha competido con las reglas del capitalismo salvaje, (competencia donde gana el más fuerte y muere el más débil) o porque las conoce demasiado bien y sabe como quebrarlas impunemente.

13 de Noviembre 2.005

martes, noviembre 01, 2005

A la Caza de los Votos Indecisos: Lilian Letelier


Hace algunos años atrás el fallecido intelectual francés Pierre Bourdieu señaló que la opinión pública no existía entre otras razones porque las encuestas y el diseño de investigación de las mismas no buscaban comprender los significados asociados a las respuestas de los “no sabe o no responde”, “ni a los nulos o en blanco” en términos de tendencia. Todo ello en orden a definir un comportamiento electoral a seguir de parte de quienes las emiten porque precisamente dichas encuestas tampoco eran construidas buscando comprender a las personas que estaban por detrás de las respuestas, que en términos generales, se calcula son un 20% del electorado.
En efecto, las encuestas por tener un diseño cerrado en términos de preguntas y respuestas buscan definir la generalidad del comportamiento electoral, es decir, lo que pretende hacer el 70% de la población que está integrada al juego democrático porque se subentiende que es precisamente este 70% mas - menos el que define el juego, valga la redundancia. El 20 - 30% restante no alcanza a hacerle el peso a la mayoría.
Sin adentrarnos más en los argumentos de Bourdieu que apelan por cierto a las debilidades de las democracias occidentales, lo que viene al caso es que por estos días principalmente los candidatos de la derecha y también la candidata presidencial de la Concertación Dra. Michelle Bachelet, aspiran precisamente a definir su posicionamiento para ese 20% - 30% que históricamente va a definir si el juego se acaba en la primera vuelta o si existirá segunda.
En este contexto entonces es que los expertos electorales de los y la candidata están abocados a comprender que tienen en mente. Y sin darle mayores vueltas al asunto, este sector ya tiene en su fuero interno decidido cual será su comportamiento frente a la urna aunque por cierto este no es homogéneo, es decir no todos se comportarán del mismo modo:
a.- Una porción jugará a ganador o ganadora. Esta parcela de votos no quiere perder y espera hasta el último día conocer las tendencias mayoritarias para emitir su opción. Por lo tanto, seguirán la tendencia mayoritaria de la derecha o de la concertación el día de la elección.
b.- Otra porción de estos electores puede ya tener definido su voto que por cierto puede ser distinto al de su familia y cercanos. En este contexto entonces para evitar discusiones, peleas políticas divisorias han decidido no explicitar su opción. Esto ocurre generalmente en espacios familiares menos democráticos y mas cercanos a la derecha. Por lo tanto pueden ir a M. Bachelet o a T. Hirsch.
c.- Otra porción no está entusiasmada ni se auto percibe como comprometida con ninguno de los candidatos y aunque saben que tienen que escoger, a estas alturas ya tienen un juicio formado acerca de quien les acomoda más, sin embargo esperaran hasta el último día para ver si el candidato o la candidata elegido se pega algún chascarro irrecuperable. Este electorado es el propiamente tal indeciso y vota informado. Solamente que sigue la campaña electoral hasta el último día. Esta opción votará a la Dra. Bachelet porque le quieren dar una oportunidad a la mujer chilena, solamente que están observando su desempeño hasta el último día para tener certeza.
d.- Están también los electores desinformados cercanos al mundo rural. Estos esperan que algún cacique local el día de la votación les diga por quién y como votar. Todo ello conforme al “deus dara” y cuanto pese la mano izquierda o la derecha.
e.- A otra porción no le interesan las elecciones porque no les interesa la democracia. Asumen el discurso autoritario y definen a la política y a los políticos todos como corruptos. Señalan que al final de cuentas las elecciones no van a cambiarles la vida a ellos personal e individualmente. Indican que gane quien gane al otro día igual van a tener que seguir trabajando y ganándose los porotos. Este electorado es de la derecha “pinochetista” y como perciben que en “este juego” están perdiendo hace ya un tiempo no se atreven a asumirlo públicamente de manera asertiva, entonces tiran su opción de manera camuflada para ver si alguien engancha, y después de lanzar la perorata, consiguen pasar el dato de por quién ellos creen que puede dar resultado. Esta porción el día de la elección votara secretamente por la derecha.
f.- También está la porción de electores que esperan ser convertidos al juego democrático según las reglas y el contexto chileno. Son los menos y son los desencantados de izquierda. Estos podrían votar por el candidato del Juntos Podemos o por la Dra. Bachelet solamente que dependiendo de la edad. Para que ello ocurriese tendría que hacerse una cirugía mayor a las neuronas porque son por excelencia parte de la cultura de los quejones, de los resentidos, de los que no tienen vuelta para los que realizan los diseños de publicidad. Estos son los border line que van a dar el día de la elección a los nulos.
g.- Y finalmente están los que no les interesa la política ni en serio ni en broma. Algunos asumieron al pie de la letra esto de no entrar al mundo del César porque la religión así se los indica. Otros son abstemios. Es decir, no votaran y si lo hacen será en blanco o nulo.
Así definido el escenario de los indecisos en este último mes de campaña electoral hay que focalizar para escoger donde vale la pena entrar a conversar y donde simplemente hay que dejar pasar.

sábado, octubre 15, 2005

De la elaboración de Nuestros Miedos a los Delincuentes



Cuando la semana pasada hablaba de los miedos que tenemos que elaborar como ciudadanía para en principio buscar comprender las visiones de mundo que sobre la delincuencia se expanden en la conversación social de las campañas electorales y que a modo de emanaciones virulentas han salido por la boca de algunos candidatos, sobretodo de Joaquín Lavín, lo que estaba en juego era la necesidad de dar a lo menos dos visiones opuestas de cómo se puede entender el concepto de seguridad nacional y ciudadana, enemigo interno y externo, para que pudiéramos por lo menos seleccionar los comentarios y no dejarnos embaucar en los temores y resentimientos de los otros, sobretodo cuando se trata de proyecciones mentales traspasadas desde las propias instalaciones egóticas y egoístas en este mundo.
La intención era proteger el oído ciudadano y entregar elementos para disolver a veces lo que se escucha. Sin embargo, al releer la opinión pasada, tuve la percepción que se me habían quedaron varias ideas en el tintero y que todas juntas tampoco alcanzaron a fluir bien porque salieron precisamente todas juntas.
Y entonces lo primero que vale la pena recordar es que la ciudadanía tiene que aprender a protegerse de los comentarios que son vehiculados por personas que, desde el poder que da el acceso a los medios de comunicación, han aprendido a construir mensajes que manipulan el corazón y lo enredan con mentiras y sobretodo con rollos o cuentos que pueden aparecer ilusoriamente como verdades a los ojos carentes y privados, pero que en el fondo no lo son. En este contexto, una verdad del tamaño de la vida y de la muerte es que todo lo que tenemos, incluso la vida, es impermanente, es decir así como en este momento la disfrutamos con una hermosa respiración que nos ancla a la tierra, a este universo y a esta vía láctea, en un tiempo y en un espacio, al momento siguiente podemos dejar de respirar y en la expiración irnos hacia otra forma de vida que llamamos muerte. Y hacia otra manifestación de vida futura que podemos llamar realización de nuestra historia kármica.
Ninguno de nosotros, seres humanos todos por tanto, tiene el control de ese proceso ni de esa estancia en el mundo ni ciudadana, ni de esa condición o modo de ser vulnerable, y por lo tanto junto con comprender esta verdad básica que constatamos diariamente, también tenemos que constatar que como ninguno de nosotros tiene el control de ese proceso, no podemos exigirle a ninguna institución del Estado, ni menos a un Presidente de la República de país alguno que venga a garantizarnos aquello que hemos entendemos, nadie puede garantizar a través de contrato social alguno ni alguna cláusula.
Pero hay más. De esta enorme y simple verdad, la de la impermanencia de la vida, se desprende otra verdad. Como la vida tiene una duración que no podemos controlar, tampoco podemos pretender hacer de “esta vida” un tiempo donde la acumulación egoísta (económica) sea la marca de la existencia. En este sentido, alguien puede querer que esa sea la marca de “su” existencia en esta vida, precisamente basada en la acumulación de propiedad y bienes. Pero esa es “su opción”, no la mía, ni la de todos. Es decir no la nuestra ni la comunitaria. Por lo mismo no me la puede imponer, no se la puede imponer a la comunidad, ni menos como “la única, verdadera y legitima”.
En este horizonte de comprensión entonces, tampoco se puede pretender que esa visión de vida, basada en una acumulación egoísta, sea la base de lo que se entienda automaticamente por seguridad comunitaria ni búsqueda de cohesión y pertenencia social. Tampoco se puede pretender que esa visión sea la única base moral de una sociedad.
Resta por ver más adelante, como desde esta visión egoica de lo que es el paso por este mundo y esta vida, se ha construido en Chile y a partir de nuestra historia reciente una proyección del miedo al otro, cuando este otro está precisamente desprovisto de lo que
“un determinado yo” resolvió que sea el padrón de comportamiento que debe regir y ordenar a la comunidad. Porque ahí, en ese nicho se sitúa precisamente el delincuente.

lunes, agosto 01, 2005

De la Delincuencia o de como se reorganizan nuestros miedos

De la Delincuencia o De Como se Reorganizan Nuestros Miedos
Lilian Letelier V.

Norbert Lechner habría estado interesado en hablar sobre la delincuencia si en efecto esta conversación hubiese estado remitida a una búsqueda de comunidad perdida, o al menos a la instauración de un sentido que remitiese, en unas cuantas preguntas, a elaborar el cómo los miedos de los chilenos y chilenas sumados a la obsesión por la construcción del orden pos gobierno burocrático militar más los traumas y divisiones sociales heredadas de nuestra historia reciente vinieron a sustituir las preocupaciones por cuidar, proteger nuestra vida cotidiana, barrial, vecinal. Incluso si el sentido llevará a redefinir el rol del estado subsidiario o protector. Pero claro, esta conversación sería posible, no en el contexto de la extensión o reconversión del concepto de la Seguridad Nacional hacia el de la Seguridad Ciudadana con el cual a partir de los 90 venimos observando la clasificación de las acciones y comportamientos de los out sides que por cierto en forma maniquea y facistoide nos imbrica “sobre - ideologizadamente en los tiempos electorales actuales”, en falacias dicotómicas del tipo: delincuencia concertacionista versus ciudadanía piñerista y lavinista.
En verdad, la derecha le pasó el primer gol cultural a los gobiernos de la concertación cuando semantizó la necesidad de cohesión, de pertenencia ciudadana y la búsqueda de protección en transición, y posteriormente en democracia, desde un Estado desmantelado por el neo liberalismo económico y financiero, desmantelado de protección de los derechos humanos, políticos y sociales guiado por el modelo de la Seguridad Nacional que nos ponía a nivel interno en contra entre los mismos chilenos: de un lado los marxistas leninistas, rojos, ateos, come guaguas, y de otro, a las fuerzas de seguridad y orden que nos habían cuidado, protegido durante 17 años y nos habían extirpado de raíz este cáncer. A un Estado cercenado en su gestión política por una Constitución, la del 80, y por un modelo económico que autonomizado en su operatividad obligó a varios a la negociación de los negocios del Estado, valga la redundancia.
En efecto, al inicio de la transición y posteriormente con el gobierno de Frei y Lagos, la clasificación siguió siendo la misma, solamente que ahora para no tocar el tema de la distribución desigual, la acumulación de la propiedad y la riqueza en pocas manos empresariales, la incapacidad de modificar los contratos laborales, la situación de la empleabilidad, de la educación, etc., en los sectores pobres clasificados como D o E según sea el caso en cualquier estratificación social, se acuño la terminología de la “seguridad ciudadana” para mantener el control no solamente de la conversación sobre el orden social, sino el control ideológico de la tipificación de las anomias sociales emergentes al problema de las contradicciones de clase.
Los chilenos y chilenas de la estratificación ABC1 2 y 3 no debían temerles a los funcionarios de terno y corbata o terno y falda que se ganan la vida vendiendo seguros, inscripciones en AFP, a Isapres, tarjetas de múltiple uso y cuyos gerentes o directores a final de cada año se cobran ganancias estratosféricas que ni ellos mismos consiguen explicar en que las gastan. Para que vamos hablar de los impuestos ad hoc a las letras chicas, o las conversaciones “grabadas” de empresas telefónicas que vía asistentes especiales nos adjuntan sin mediar firma alguna de nuestra parte, contratos por usos que jamás haremos y de los cuales cuesta un horror zafarse. No. Había que temerles a los jóvenes callejeros, pandilleros, flighters, raperos, drogadictos todos. A aquellos que en la calle están prohibidos de participar de la economía formal como bien señala Doris Cooper en la Nación Domingo del 2 de octubre (2.005): “monreros, lanzas, mecheros, cuenteros, atracadores”. Y se agregan ahora las “niñitas araña” provenientes de tomas como la de Peñalolen.
Tardía, postergada, mal hecha pero no imposible se propone la conversación sobre la delincuencia y su dimensión juvenil. La derecha arremete otra vez con gol y tejo pasado. Y por cierto la concertación y la respuesta de M. Bachelet fuera de reconocer que la forma es inconveniente y dañina para la ciudadanía porque busca vehicular el temor en un simulacro de campaña del terror, un revival innecesario de la cultura ochentista de la seguridad nacional, deja un espacio que muestra el fondo del problema. Y el fondo, pasa por redefinir los parámetros tradicionales con que se han elaborado las políticas públicas y sociales al respecto.
En este sentido hay mucho paño por cortar y sería aconsejable que el gobierno que liderará la Dra. Michelle Bachelet se propusiera precisamente reorganizar cuando no remover a través de la salud pública la compleja cuestión de los miedos e inseguridades conforme han sido implantados en los sectores medios de la población chilena, junto con absorber la cuestión carcelaria, la cuestión de la re inserción social de los primerizos, la educación en la pobreza, etc. Todo eso, solo para empezar.
De la elaboración de Nuestros Miedos a los Delincuentes

Desde ciertas visiones filosóficas, la seguridad del ciudadano puede resultar ser una búsqueda obsesiva de un estado inalcanzable. En este sentido puede llegar a ser la instalación de mecanismos de control y de administración de la propia vida y por proyección, instalación, gestión y control a la de los demás en una dinámica perniciosa donde la catástrofe le hace el juego a los delirios persecutorios de la mente paranoica.
Desde la libertad o la vivencia en la des estructura pueden emerger también otros síntomas y comportamientos. Una cierta compulsión a aceptar la administración de la vida doméstica. Una aversión a aceptar ese rol o función sobretodo si se ha elaborado la construcción cultural de la diferencia sexual. Están en efecto los dos polos de los comportamientos. Y la mente trabaja de un lado tal vez para que esta permita desarrollar una suerte de pánico hacia la estructura del tiempo, hacia los horarios, hacia las normas, hacia la instauración de cláusulas, hacia los compromisos afectivos de largo alcance donde no se ponga en jaque precisamente la ruptura de compromisos y acuerdos afectivos.
Desde otro lado aparece la compulsión y obsesión precisamente por la construcción para asegurar y mantener el orden, desde la seguridad. Y en verdad con el supuesto que no se trata de cualquier orden o de órdenes, es un orden que debe jurídicamente asegurar la manutención de “mi estilo de vida” porque este tiene primacía, y se ha legitimado desde la propiedad privada y su concentración. Desde esta visión de orden social el individuo no es ciudadano y por lo tanto su vida no aparece asociado a la comunidad donde habita y que lo habita, al barrio, al condominio, a la calle que transita y los amigos y amigas que lo pueblan. En efecto, se ha construido una distancia social mediada por vehículos, automóviles, distinciones de gustos, ropas, con “cosas que ocurren en el barrio fino de la gente fina” que la cohesión social no aparece, ni se visualiza como posible. Y en verdad, lo que aquí tenemos entonces es una comprensión de seguridad vehiculada a través de una demanda destemplada que por cierto no cae en un depósito neutro e histórico de los chilenos y chilenas. Cae sobre un soporte de educación en el miedo, baja autoestima, arribismo y clasicismo. Y la discusión de la opinión pública y la instalación en los medios no apunta hacia la revisión de una suerte de “legalidad natural” que haría la diferencia entre los negros y los blancos, los ricos y los pobres y justificaría las distinciones arbitrarias por ejemplo. Tampoco evalúa los proyectos que se han instalado que permitan revisar los resultados y las reconversiones delincuenciales o el tratamiento y la reclusión de los delincuentes.
Hacia la educación sin más esta representación mental de seguridad, está basada en aplicación de esquemas donde el disciplinamiento del cuerpo, en la actualidad narcísico tiene primacía, o hacia la rigidez apolínea de ciertas formas privilegiadas por el canon. Esto se traduce en una exigencia a los hombres adolescentes, los cuales deben ingresar a los liceos públicos con el pelo corto, sin aros en la oreja, de uniforme porque su masculinidad debe inscribirse en un padrón. Las adolescentes mujeres no pueden tampoco usar aros grandes, ni pinturas para destacar demasiado sus formas en los ojos o en la boca aunque estas reglas son más leves en su cumplimiento. Pero en general ambos sexos, a esa edad, no pueden ingresar pintados.
Finalmente, desde una postura filosófica, la seguridad de la vida humana radica precisamente en constatar la impermanencia del existir. Es decir la constatación de la inestabilidad de la vida. Desde la vulnerabilidad que se advierte en el acto de respirar, minuto a minuto, momento a momento singular, al acto de comenzar a disfrutar de esos pequeños detalles de bienestar íntimos, y comunitarios al ritmo no ya de la naturaleza, sino que de los ritmos terráqueos.
La dimensión de la vida aquí es una ahora al cual solamente se le pueden solicitar buenos auspicios en el sentido de futuro, se le puede solicitar bendiciones y protecciones, cuidados, logros, pero no seguridad. Y es por eso que resulta destemplado que se le solicite a una entidad como el Estado que garantice lo imposible. En efecto, esta vivencia de cuidado más que de seguridad radica en la comprensión budista de la impermanencia. Por eso, esta la idea de soltar ese sentido de control exacerbado, del no apego sobretodo a las relaciones provenientes del deseo, los miedos, las rabias, los celos, y todo aquello que envuelva y extienda el sentido de propiedad del ego en este mundo.
Y en este contexto lo único que devuelve a los pasos andados es la pregunta diaria, mañanera o nocturna sobre las proyecciones de la mente, como cuando nos obsesionamos con las personas, las cosas, los objetos, los cargos públicos, los egos e identidades que hemos alcanzado e incluyen “esta” vidita y que nosotros, algunos sobre ponderamos en nuestros egoísmos fatuos.