jueves, julio 31, 2008

No hay mal que dure 20 años: ni vasallos que lo aguanten


La situación que vive el Partido Socialista en el Regional Maule, específicamente en Talca y en la zona Norte ad portas del proceso de eleccionario es compleja, difícil y en algún sentido fragmentaria en términos de cohesión, adhesión, solidez política y ética. Lo ocurrido, en efecto ha sido desarticulador, desintegrador desde el punto de vista ético normativo y de sentido considerado como valor, como propósito, como dirección, como coherencia y consistencia lógica. Por lo mismo requiere de una especial atención, cuidado, monitoreo y tratamiento de parte de las autoridades nacionales: esperable de la propia organización a través de sus dirigentes máximos, del conjunto de la Concertación, del propio gobierno, si de lo que se trata es de conjugar esfuerzos por incentivar, recuperar, y proyectar las pertenencias y sensibilidades socialistas progresistas existentes. Y no buscar sacar provecho antropofágico.
No siendo verdad absoluta, en el mundo de la verdad relativa en la cual nos movemos, la serie de hechos que se dejaron ver en el escenario de la opinión pública local en los días previos a la nominación de los candidatos a la contienda electoral municipal, y en los cuales aparecen involucrados: miembros de la dirección regional por una parte y los máximos miembros electos al parlamento por otra, y que dieron como resultado la pérdida por ahora del sillón edilicio instalan “sin querer queriendo” una serie de signos en el campo político que requieren de un esfuerzo semántico más amplio. Y este esfuerzo se refiere a la hegemonía que el Partido Socialista alcanzó a tener en la región del Maule en materia electoral y que le dieron 2 senadores por el Maule Sur y el Maule Norte, el parlamentario de la capital regional Talca, el alcalde que alcanzó a gobernar un periodo, sin considerar otros alcaldes y alcaldesas de comunas.
Por cierto, este esfuerzo de interpretación también se refiere a la conducción de la organización socialista en lo que han sido estos últimos periodos y que han dado como resultado la muestra ante la opinión pública, de encuestas trucadas, con las consabidas declaraciones de intencionalidad, definición de intereses, argumentaciones de defensa, etc.
Se insiste, más allá o más acá que la justicia haga lo suyo si es que existen delitos informáticos, lo ocurrido al interior del Partido Socialista Regional requiere de una lectura que considere elementos ocultos a la opinión pública y que están referidos a la vida partidaria de los últimos años y que deben considerar: la realización del Congreso de Organizaciones en Panimávida, la elección del Tribunal Supremo Nacional, su forma de operar hacia la región, las elecciones partidarias y sus resultados realizada en abril, la forma como se conformó la actual mesa directiva, etc., solamente por enumerar algunos elementos de juicio cercanos en el tiempo.
También debe considerarse, el movimiento político generado a nivel de un sector de los militantes, motivados principalmente por adhesiones clientelares que se ven afectadas como es el caso, con la suerte ocurrida al interior de las tendencias nacionales, y sobre todo, con la suerte de sus respectivos líderes cuando como es el caso a partir de lo cual se generan quiebres internos y se reagrupan nuevas sensibilidades. Se refiere, al efecto que ha tenido en la región del Maule Norte, el quiebre de la mega tendencia y su desmembramiento pos dirección de G. Martner, soporte del accionar y del control que otrora se ejerciera con fuerza de vasallaje.
En este sentido, se debe considerar específicamente, el hecho que por dos periodos consecutivos esta mesa directiva regional y también los parlamentarios de la Región Maule Norte, no han sido adscritos a la mesa nacional conducida por Camilo Escalona, (Nueva Izquierda) junto a sectores del Tercerismo y precisamente de la ex mega tendencia. Por lo tanto, esto implica considerar de un modo u otro, a los militantes clientelares y a los operadores de cada sector en una suerte de disputa de perros viejos, debido a que los históricos y autónomos en materia laboral tienen sus definiciones hechas. Y por lo mismo esta pelea de perros viejos se ha venido dando en razón de: la crítica y el distanciamiento o adhesión al gobierno, en razón de levantar y mantener el control del poder regional de cara a una lucha por socavar e instalar nuevas adhesiones, en razón de la construcción y re construcción de lealtades para mantener un caudal electoral favorable a las intenciones de re postulación o postulación a algún cargo, en razón de considerar el propio proyecto político que a estas alturas resultan ser intereses individuales al borde del nepotismo.
A nivel de la comuna de Talca específicamente, ya desde hace dos años internamente se comenzó con una disputa por el sillón lesionando el capital simbólico del actual Alcalde. Con encuestas antojadizas que en verdad no fueron publicadas, internamente se fue minando la popularidad, el liderazgo de la máxima autoridad edilicia, aun cuando se compartía la conducción del municipio de acuerdo a las tendencias mencionadas y dadas las fuerzas electorales de los respectivos concejales. Basta ver para ello, en manos de quien está la dirección de desarrollo comunitario y planificación hasta el día de hoy. Lo cierto es que se terminó socavando ese capital simbólico, y se hizo desde dentro por una fuerza voluntariosa de poder que nunca tuvo cuestionamiento, crítica ni evaluación. Y si acatamiento clientelar, vasallo, servil.
En lo más reciente de este proceso, es conveniente considerar también el modo como se llevo adelante el proceso de elección interna entre los pre candidatos alcaldes. Se obtuvo otra división más. Otra división de las cuales hay responsables. Al punto, que nuevamente tuvo que venir la máxima autoridad orgánica: el presidente y el secretario general a aclarar los procedimientos de selección de los candidatos. Y aunque si bien es cierto se trataba un tema político, también era un tema disciplinario es decir, que le competía el Tribunal Supremo por tratarse de procedimientos de decisión electoral.
Por lo mismo y por toda el agua corrida bajo el puente durante todos estos años, el Partido en su vida de militancia está herido. Hoy día lesionado en su capital social, cultural y por sobretodo simbólico. Históricamente, el emblema de esta organización ha sido la dignidad, la honra, el honor, la credibilidad, y muchos y muchas hoy están escribiendo la palabra: vergüenza de cara a lo ocurrido. Y por cierto, acá la gente, los militantes se conocen, por lo mismo no es necesario hacer arengas públicas que pueden resultar engañosas y truculentas.
En verdad el partido ha sido fuerte en la región y se necesita recuperar esa vida. Para ello, quienes aman esta familia, quienes han crecido bajo su influencia, bajo su alero piden un alto al fuego, porque ya perdieron bastante. Los y las que tengan que dar un paso al lado, por el bien del Partido, háganlo ya, y no sigan levantando polvareda.
La invitación es a Trabajar por mantener la alcaldía en manos de la Concertación, con un buen hombre joven, a trabajar por recomponer “nuestros lazos quebrados”, por nuestros concejales. Darle tiempo a ese tiempo. Mientras, a Trabajar por nuestros principios, por los valores socialistas ojala recuperando lo “puro y sincero de corazón”, o con el corazón abierto, sin armar más atados. A Trabajar por conseguir y consolidar nuevos líderes socialistas para la región como por ejemplo el actual Ministro del Trabajo: Osvaldo Andrade, el mismo Sergio Aguiló, Fulvio Rossi, Isabel Allende.
Lo importante es avanzar y dejar los egoísmos porque el tiempo de esa forma de ejercer poder se está acabando.

miércoles, julio 16, 2008

Del Jarrón de Agua: más que un bochorno, Música en mis Oídos...


La historia de los jarrones en la política chilena comenzó con Lagos. Ahora le tocó un jarrón de agua a la ministra de Educación. Antes fue por los jarrones robados y ahora es por el agua lanzada de los jarrones. Divertido. Cómico. Un chiste porque ahora la conversación gira sobre si se trata de una falta de respeto, si fue una acción performática de cara a un gobierno que se define y cualifica como demócrata pero que al parecer no escucha a la ciudadanía. Es decir, más allá ¿si es legítima como arma de lucha “lanzar agua” contra una autoridad?
Buena pregunta en todo caso, y vale para el “guanaco” que además tira chorrones de agua sucia y con restos de quién sabe qué a la autoridad ciudadana.
Sin embargo lo peor de la escena es precisamente lo que viene después. Las declaraciones de apoyo entre la burguesía oligárquica que gobierna, como si el chorreo de apoyo simbólico y mediático prestará algún servicio público y bajara la conflictividad social que representa la acción en sí, los actores, en el continuum que vive el país y el gobierno por estos días. Y por cierto pocos reparan y se detienen a pensar en el signo del hecho: “agua en la cara de la representante oficial del gobierno en materia educacional lanzada por una joven que se llama Música”. ¿Qué tal?
Y por cierto ahora solo ya en el horizonte semántico de un paralaje ético cabe preguntarse aquello que es de Perogrullo: ¿Cuándo nos lavamos la cara los humanos y humanas?, ¿Cuándo necesitamos lavarnos la cara?, ¿Por qué nos lavamos la cara? y ¿Cuándo invitamos a alguien a lavarse la cara?, ¿Cuándo los adultos envían a los jóvenes a lavarse la cara?, y ¿Cuándo sin mediar autorización, simplemente les lanzamos agua en la cara?
Sin ir más lejos en los liceos, en las escuelas hay periodos del año escolar en que llueven las bombitas de agua en los recreos, y ¿cómo se nota que los mandarines no tienen idea o se les ha enfriado la memoria de cuando lo hacían?
Es necesario decir entonces o reiterar que se usa el agua para limpiar cualquier parte del cuerpo cuando hay suciedad, cuando no hay transparencia, cuando no hay claridad. Y se usa el agua para jugar precisamente a “despertar” a alguien que está dormido o no quiere “caer en la real”.
Y aquí se hace necesario entonces detenernos y reiterar la pregunta sobre el lugar y posición que ocupa la cara en términos de la humanidad adquirida. En el orden de la cultura, es necesario entonces tal vez preguntarse ¿Qué significado pueda tener para la gobernabilidad actual de Chile el que una joven adolescente llamada Música lance agua sobre el rostro de la Educación estatal en el marco de la revolución pingüina que curiosamente vive cerca del agua y más encima helada; y en el marco de la instalación de ley L.G.E.?
Una mujer joven adolescente, limpia, despejada en su rostro le lanza agua a otra mujer adulta que también se muestra limpia en su rostro. ¿Qué pasó allí en términos de contenidos de conciencia que apuraron el traspaso de agua de un rostro a otro?
Y los medios de comunicación, sobretodo la televisión muestren y reiteran en la imagen el rostro de Música, la joven de 14 años que irrumpió lavando un rostro. Y el dato significante que al parecer cuesta escuchar desde la sordera adulta es que además la joven se llama precisamente Música. Es decir, lo que en clave comunicacional se llamaría ruido, aquí se llama MUSICA. Música en los oídos.
¿Hay violencia allí, en Música? ¿De qué ruido se trata Música? ¿Puede un ser humano con cinco dedos de sentido común decir que allí, en Música hubo alevosía, mala intención, premeditación?

Jarrones más/menos, ya a partir de la semana pasada se instaló una conversación sobre el futuro político presidencial a partir de la encuesta del CEP y a partir de la entrevista que José Miguel Insulza diera al programa Tolerancia Cero de Chile Visión. Lo dejaron hablar principalmente para marcar el tono de lo que será la próxima contienda electoral en materia de marketing político, en el sentido de las ofertas eslogan, en materia de diseño y estrategia cultural y de política dura.

Entre esos dimes y diretes lo interesante está en lo que se instala como clima: la cuestión de las políticas públicas como medidas gubernamentales que no consiguen revertir la desigualdad, la inequidad social y que es ejecutoriada por incompetentes. Y que por cierto, esta vez, tiene a una joven como símbolo del ojo del volcán, ya que aquí no tenemos huracán por ahora.

domingo, julio 06, 2008

Oda a la Ignorancia Enajenada… También del Femicidio


En el mundo de la verdad relativa se da una relación fundacional entre cuatro componentes: deseo, apego al objeto de deseo, constitución o estructuración del ego en torno al deseo y el sufrimiento sea como celos, sea como exacerbación de la apropiación del otro/a objeto de deseo en el ordenamiento que experimenta el proceso de emparejamiento en el mundo moderno, sea como sentimiento de pose o posesión que también se experimenta en el proceso de construcción de parentesco, y sea finalmente, como abandono o disolución, al descubrir además la otra cara del apego, el desapego forzado, recurrente y sucesivo del objeto de deseo en su gerenciamiento durante la vida adulta. Ocasión que remece y retrotrae al duelo y por cierto al sufrimiento.
Sin embargo, para iniciar la conversación sobre estos puntos, es necesario aclarar algunos aspectos del proceso de estructuración del Ego en estas experiencias. En efecto, el ego se conforma o toma forma al reconocerse o delinear al otro u otra objeto de apego a través de la experiencia de lo que en occidente se denomina amor, o también, pasión, erotismo en el contacto carnal.
El ego se da cuenta de su existencia al auto percibirse, como esclavo del apego al objeto deseado. O como caído en la red de relaciones, fecundas para la administración de las relaciones sociales y del trabajo.
Y por cierto, en la subjetividad, el ego experimenta el sufrimiento, al constituir esta realidad en el ámbito de lo absoluto. Es decir, cuando el ego se auto percibe esclavo del apego a un objeto de deseo al interior de un continuum existencial en un curso irremediable, constante y avasallador. En un cierto sentido, se refiere condicionalmente, a cuando la experiencia del apego al objeto de deseo es la que comanda ya la constitución del ego en el mundo.
El sufrimiento en este nivel se refiere a la intensidad de la estructuración del ego en su mundanidad relativa al objeto de deseo, el cual por cierto, puede ya no estar en la misma equivalencia de apego, con aquel o aquella que ha hecho en el espejo de soporte, o cuando ya se ha filtrado la pregunta en torno a si el soporte otro/a del espejo, merece la validación institucional del parentesco.
Es decir, el sufrimiento surge cuando el ego se estructura en el mundo, solidificando su constitución por una parte, a partir de la solidificación de un objeto de deseo históricamente constituido como apego en su horizonte contextual, y devuelto a la impermanencia del conjunto por otra parte, y finalmente de acuerdo al orden natural de lo existente.
El ego sufre porque es ese apego a un deseo ausente de objeto, lo que lo constituye como yo en el mundo relativo del samsara, pero además, ese yo es auto percibido como “sí mismo”, como un en sí, sólido estructurador de la experiencia y único o única narrador/a donador/a de sentido al curso de esa experiencia. El sujeto que sufre se cree la solidez de la experiencia que narra.
Pero el ego también puede sufrir porque constata la impermanencia de su sí mismo donado al otro, sufre por la relación de pérdida, por la historia, es decir porque nada de aquello tiene existencia en sí y porque perdió inversión pulsional irrecuperable en el contexto del proyecto de vida.
La ignorancia aquí tiene que ver con un ego que no asume o no sabe o no conoce o no reconoce la impermanencia, la no durabilidad, la insustancialidad, la ausencia de atman, es decir, la ausencia de ego y la vacuidad. Mientras se cierra en la solidificación de la sustancialidad de su ego, y en el discurso que este genera hasta oscurecer su mente.
En efecto, la salida de este círculo cerrado, pasa por observar el mundo de la verdad relativa y alertar al yo en relación al facilismo con que se cree el cuento o rollo de su importancia personal, su esencialidad, su sustancialidad. Cruzando esa forma, no solo con la argumentación de la impermanencia, sino por el rompimiento de la ignorancia. Ahí se puede abrir un camino de libertad.
Evidentemente se trata de un camino que analiza y desmonta a largo plazo, el continuum discursivo de la solidificación del ego en el proceso de posesión, del sentimiento de pose del cuerpo del otro/a, ad hoc, al proceso de emparejamiento y construcción del parentesco. En síntesis, implica la revisión de la experiencia sexual y orgásmica como propiedad de cualquiera de los dos miembros de la pareja humana.
En un sentido lato, implica analizar el apego como constructo o dispositivo de poder en tanto impulso libidinal circulante transferido desde la pareja humana hacia otras esferas o campos de actividad.