domingo, marzo 25, 2007

De las Huevadas


¿Hay sentido común para detectar huevadas? De paso, es una conversación sobre los condoros y también tiene que ver con que el cóndor que a su vez es un animal que está en el escudo nacional en Chile, se asocia a una forma de hacer patria o construcción de Estado y al hecho que con la palabra cóndor no alcanza para la huevada.
En palabras elegantes de la política se trata de “chambonadas”, “chascarros”, “desaguisados”. No se trata de crisis de gabinete pero si de gestión, ejecución. También comunicacional e informativo. En eso la mayoría de los medios de comunicación con imagen nacional son benignos.
Interesante. Esta semana escuché un debate universitario sobre el Transantiago en Talca, en la Universidad, y curioso se trataba de jóvenes que no están inscritos en los registros electorales ergo no votan, pero tienen confianza en el proyecto de modernización a largo plazo. Y consideran que es una política pública con problemas de diseño, de aplicación pero reparable, es un proceso que no tiene vuelta atrás. Modificó y modificará las costumbres de la ciudadanía que habita, transita, circula por Santiago Grande, político, cultural, de los negocios y financiero. Al comparárselo con Curitiba se piensa en un tiempo de dos años para su implantación y consolidación.
Interesante forma de cambio de los desplazamientos entre comunas que también inducen a segregación urbana. Cambios en los comportamientos de ubicación de los tiempos laborales, efectos sociales del traslado público. Y como resultado hay más que un empate. Hay un a favor.
Y saben que más, ¡ya está bueno! Dejemos hablar del transantiago por un rato. Las regiones no queremos que nos atropellen con sus problemas de vivir en exceso juntos. ¿Saben? Desde acá les decimos que tienen una oportunidad para diseñar sus formas de acceso a la ciudad del trabajo. Y las personas también pueden reducir su jornada laboral a menos horas de trabajo fuera de su casa. Y renegociar salario, acomodando un horario acorde al ingreso más tarde por la mañana a la jornada laboral.
Pensando que enfrentar el Transantiago es un desafío por entre medio secuela la renuncia de Navarrete que es amigo de Darío Contador, (PS) supone entonces una serie de conversaciones asociadas a Alsacia – Colombia, empresa licitadora del Transantiago con directores que también son del PS, la entrada de Cortazar (DC), Germán Correa (PS) y otros/otras al buque, y coincidentemente con lo anterior, se sugieren cambios políticos.
Sin embargo, existe un consenso generalizado entre los especializados en opinión pública política que hay que distinguir entre los cambios que se sugieren para la conducción y gobernabilidad del Transantiago de los cambios de conducción política y de gobierno que deben generarse a nivel nacional y regional.
Unos serían de corto plazo porque se trataría de liderar y gestionar problemas para mejorar la situación actual de Santiago. Y los otros se tendrían que concordar con ajustes necesarios de aquí al 21 de mayo. En este contexto, se anuncian y dejan de anunciar nombres de la antigua gobernabilidad y de la nueva que entrarían a tañar las castañuelas. Mientras ¿Para que tanto comentario? ¿Tanto paseo de nombres? ¿Tanto apuro?
Las decisiones vendrán a su debido tiempo y parece ser que la Presidenta no solamente se preocupa, sino que también se ocupa de resolver los problemas. Está claro que se importa con lo que acontece y se observa disponibilidades de apoyo a su gestión. Entonces estamos otra vez en el tema de ¿Quién sirve mejor al servicio público? entregando criterios para la selección de quienes ocupen dichos cargos. A veces para que nos gobiernen, también hay que tener disponibilidad de ánimo para dejarse gobernar. Así que por ahora tejiendo unidad en el trabajo podremos construir nuevas confianzas ¿en que? En que más temprano que tarde “las medidas serán tomadas” mientras la semana pasa volando.

jueves, marzo 22, 2007

Una reiterada falla de la cocinera

Mientras la Presidenta viaja, va y viene, en un intento por arreglar y definir posiciones en Sudamérica, en América Latina en general, internamente aún no se desvanecen los últimos desaguisados de nombramientos, censuras, salidas de libreto que solamente denotan improvisaciones y problemas trasnochados de gestión y ejecución política.

¿Serán tiempos de transición? Y ¿de que transición se trataría?

A estas alturas del juego, es decir, a un año de gobierno de la primera mujer presidenta de Chile, y en lo que sea el cuarto gobierno de la Concertación de Partidos por la democracia, en el entendido que la nominación para los cargos de alta, mediana funcionalidad pública, como problema se suponía resuelto en términos de su ineficacia, des prolijidad en beneficio de la pitutocracia, el clientelismo y el cuoteo político; una vez más nos tropezamos con la misma piedra.

En este contexto, parece inútil insistir en un asunto que majaderamente se le ha solicitado a quién ocupa la primera magistratura. Hay que entrar a la cocina y estar atenta minuto a minuto del desposte del animal, incluso en sus elementos de desinterés o de poca monta, sobretodo si de lo que se requiere es reforzar el cambio generacional, la emergencia de nuevos rostros en los cargos públicos. De otro modo, la exposición al error plano, chato parece más un insulto a la ciudadanía y a la opinión pública. Una se pregunta: ¿Cómo tanto? Ni que estuvieran poniéndose de acuerdo en irse pasando goles. Es otra forma de decir, que si efectivamente se trata de entregarle el gobierno a cualquier enemigo emergente, sigan así, lo están haciendo regio. Si quieren aumentar el desafecto de la ciudadanía en relación con ahora el know de los políticos… sigan así, lo están haciendo regio, de una o dos por día.

En efecto, ya hacerse cargo de los errores del gobierno de Ricardo Lagos está siendo un fardo difícil de cargar para que una tropa de inútiles de cuello y corbata comience a jugar a la ruleta rusa. Porque lo que se observa, fíjense bien, no es ni siquiera un problema de liderazgos que se pelean entre sí por brillar más, o conseguir posicionarse como pingos de una carrera electoral. Lo que se observa es dos partidos políticos que ya le están comenzando a pasar la cuenta al gobierno debido a sus problemas orgánicos internos. Se trata del PPD y del PDC.

Es cierto que se ha solicitado Unidad para enfrentar los desafíos y problemas de gobernabilidad que se detectan, pero el asunto es que todas las semanas aparecen nuevos detalles de la coyuntura que en vez de mantener la agenda pública volcada hacia los temas de interés nacional, terminamos tapando hoyos hasta el cansancio. Así el estado de cosas, las fragilidades que se perciben en las modificaciones realizadas emergen como defectos y no como soluciones.

Presidenta, sin vacilaciones porque es el tiempo, consolide los buenos liderazgos emergentes, y deshágase del tejido o de las trenzas que pesan demasiado. Nada a perder y todo a ganar.

lunes, marzo 12, 2007

Del Partido Socialista y del Fin a las eternas re elecciones de los notables


La decisión de profundizar la democracia poniéndole término al uso posidetis, es decir, al supuesto de que, el que tiene un cargo de votación popular lo mantiene en re elección todas las veces que quiera, fue acordada desde 1.998 y consta en el reglamento y los estatutos del Partido Socialista de Chile. Tal cual como se ha publicitado recientemente en la prensa, no es un asunto que pueda ser modificado por un Consejo General que fue la instancia convocada durante los días 9 y 10 de marzo. A lo más podría llegar a ser discutido y modificado en un Congreso de Organización, a realizarse durante el año 2.008 a meses de la elección de una nueva directiva, y a meses por cierto de la designación de los candidatos a concejales y alcaldes.
Puestas así las letras, según consta en los artículos y conforme inspiró el debate socialista, ningún electo puede ir por más de dos periodos a re elección en un mismo cargo. En efecto, la idea que subyace a esta norma es regular la instalación per se de un ciudadano ciudadana en un determinado sillón de elección popular, y con ello, poner fin a las redes políticas de clientela que cualquier cargo de este tipo trae consigo.
Por otra parte, es permitir que otros candidatos o candidatas puedan rotar en un cargo. Se trata de generar y permitir la emergencia de nuevos liderazgos, abrir la participación y por cierto, ampliar la democracia, hacerla crecer en el entendido que estar 8 años en el caso de un concejal, alcalde o diputado, o 18 y más años en el caso de un senador es casi comparable a una forma de ejercicio autoritario y dictador como lo fuere Pinochet. En verdad, no es sano para la democracia que una persona se “aperne” re elección tras re elección en un cargo sin mediar consulta ni evaluación ciudadana previa de su gestión como servidor público. Por lo demás, sabido es que la democracia necesita de recambio, de nuevos rostros, de nuevas generaciones, de nuevos ejercicios de liderazgos conforme incluso ha acontecido con nuestra actual presidenta Michelle Bachelet la cual se impuso más allá de los partidos, incluso más allá de la élite de su propio partido.
En este contexto entonces, incluso de defensa de la democracia, de defensa de su gobernabilidad, de su institucionalidad, de su proyección, de su continuidad y de su reproducción, el socialismo orgánico chileno sancionó este acuerdo en beneficio interno y por cierto ciudadano. Por lo mismo, resulta impropio e improcedente que desde ya algunos connotados busquen sacar provecho en función de su propio interés, llanos a modificar una norma que debiera cumplirse por el bien de Chile. En el entendido además, que debieran también otros partidos buscar una forma de regulación a estos “excesos”.
Por de pronto, al interior del Partido Socialista se sabe que el actual senador por la séptima región Maule Norte Jaime Gazmuri no tendría opción de volver a postularse al cargo. En la actualidad lleva 17 años de mandato y cuando termine en el 2.010 llevara 20 años. Si se le permite la postulación estará en torno a los 30 años en un mismo cargo. Suficiente tiempo como para generar apego hacia una situación ventajosa desde el punto de vista del poder, y no realizar la necesaria evaluación y autocrítica en términos de servicio público, de conducción y de re generación de cuadros políticos.
Es cierto que si se aplica el estatuto en estricto sentido desde 1.998 a marzo del 2.010 fecha de término de su mandato no se cumplen los 16 años, ni los dos periodos matemáticamente, se alcanzan a cumplir 12 años, es decir un periodo de 8, más 4 años. Sin embargo cualquiera que use este argumento entiende que es un subterfugio falaz en relación con el espíritu de la norma, y un golpe mezquino al cumplimiento de la misma. Todos sabemos cual es la intención democrática, y todos sabemos además como se dijo con anterioridad que en este caso, se trata de un líder que lleva 20 años en el cargo. Entró en 1.990.
Más o menos lo mismo ocurre con los senadores Ricardo Núñez y Carlos Ominami, años más o menos, el propio partido, es decir los militantes mandatados por sus comunales y núcleos, fijaron las normas de término. Triste sería entonces que los candidatos a re elección popular cualquiera sea su nombre, buscaran no cumplirlas argumentando que no han tenido tiempo de formar líderes en su región o comuna, o que el partido no tiene líderes de peso que puedan asumir estas tareas. Nadie es eterno, nadie es insustituible y hay muchos que esperan poder participar… se espera por tanto generosidad para poner fin a una forma de hacer política que esta en los limites de la oligarquía y de la corruptela.

domingo, marzo 04, 2007

Deseos Concebidos

Después de un año de gobierno y al celebrarse una conmemoración más del 8 de marzo, día internacional de la Mujer, me imaginé que haría si tuviera la oportunidad de tener a la presidenta Michelle Bachelet al frente. Pensé ¿de qué le hablaría? Y entremedio de tanto desastre de coyuntura, creí que sería bueno hacer una propuesta a un año plazo. Es decir, preguntarle, y preguntarnos todos, chilenos y chilenas, ¿que nos gustaría que a nivel comunitario, a nivel país, sucediera en el gobierno de nuestra primera mujer presidenta a marzo del 2.008?
Y en este ejercicio, se me fueron bastantes ideas. Por cierto algunas ancladas en el presente, como por ejemplo que el aire de corruptela que cada día muestra aristas “locas” como la asignación de becas, la asignación de proyectos a organizaciones fantasmas, los detalles curriculares de la elite política de la familia concertacionista, etc., haya pasado por fin, y ojala se haya extendido en sus mejoras al control meritocrático en las regiones, a las jefaturas de servicio, a las direcciones.
Con el corazón por la boca y en la mano, a un año y medio de las elecciones municipales, es un deseo por el bien de la democracia, que la profundización de la equidad, la transparencia en la selección de los cargos de alta y media responsabilidad pública se haga presente durante el año 2.007. No solamente en la capital del país, sino y por sobretodo en las regiones.
Poner fin al parlamentarismo en los gobiernos regionales, y fin al uso posidetis del que tiene mantiene mas allá de dos periodos electos es una solución para los cargos de votación popular, pero si a esta condición no se le asocia también el corte y cierre de la espiral de movilidad que el parlamentarismo regional tiene enquistado en los aparatos de gobierno, de poco o nada servirá. Es necesaria allí la reingeniería que se esperaba de Lagos Escobar.
Para que decir y una vez más, ojala que la descentralización, la regionalización con sus problemas y sus localismos haya también conseguido ajustes de modernización y de entrega de recursos financieros para un desarrollo sustentable a nivel de: la opinión pública, a nivel de los medios de comunicación de masas, a nivel de profundización de ciudadanía, a nivel de gobierno y que duda cabe, a nivel parlamentario y de los diversos servicios e instituciones del Estado.
Ojala por cierto que a esa fecha contemos ya con una nueva Loce que re organice la educación, con una nueva ley de previsión, con un ministerio de medio ambiente fuerte que haya resuelto por lo menos las cuestiones pendientes de Celco, de las Mineras como Pascua Lama, y la energía nuclear.
Apelo a la consolidación del cambio generacional con nuevos rostros, en lo posible ampliado en capital social, lo que supone visibilizar en democratización a otras familias concertacionistas, más allá de: “las mujeres de”, los maridos de”, los “sobrinos, hijos e hijas, primos o primas de”.
Finalmente, concuerdo con la demanda de Cortés Terzi en el diario la Tercera dominical. Es necesario que el Bacheletismo construya, consolide, genere y reproduzca una hegemonía al interior de la Concertación. En la honradez, en la sinceridad, en la transparencia y en la proyección de una posible lectura de encuestas: Lagos Escobar, Insulza, Alvear no son presidenciables porque no “calientan” el deseo de la ciudadanía. Y por lo tanto no construirán el orden ni la gobernabilidad deseada. A lo más Eyzaguirre podría entusiasmar a la gallada.
En esta materia es importante recordar solamente un detalle en relación con el punto: Bachelet como candidata se construyó un año antes, en un contexto ordenado de significantes políticos. No como ahora que la concertación tiene un atado de líderes por la pendiente y dando cuentas públicas sobre su pasado, a nivel de capital simbólico, todos los días a través de los medios de comunicación de masas nacionales, y regionales.
Entonces, de aquí a un año, esperamos que la Presidenta no solamente haya consolidado su liderazgo sino que haya sentado las bases de la proyección de la nueva generación que acogió e instó a gobernar con ella. De esta manera deseamos que salgan del servicio público en general, los y las que aún tienen que salir, y que emerjan los y las que aún están en las sombras, pero que le hacen mucha falta.