domingo, marzo 05, 2006

Afilando el hacha del PS (segunda parte)

Lilian Letelier
Es cierto que ha circulado ante la opinión pública política que la mesa directiva del Partido Socialista así como la bancada del Senado que son los espacios donde se pueden expresar las diferentes tendencias del socialismo actual se han reunido para ir definiendo lineamientos y acuerdos de gobernabilidad, sin embargo hasta la fecha no han emanado evaluaciones ni juicios sobre la forma de incorporación política al gobierno de la Doctora Michelle Bachelet por parte del PS en términos de elección de ministros, subsecretarios e intendentes. En efecto no ha tomado lugar ni cuerpo discursivo por lo tanto esto significa que aún se espera el término de las nominaciones que incluyen hasta los jefes de servicio para definir su apoyo y sus alianzas en términos electorales.
Es cierto, y en relación con los pasos ya dados en términos de nominaciones, que ha sido difícil concordar. Incluso al interior de los propios partidos, en el caso de Talca y la región del Maule, la situación adquirió y adquiere ribetes específicos precisamente por los personalismos y formas de ejercer liderazgos de los propios mandatados por sufragio popular, es decir, los diputados y senadores de la región. Solamente como una miscelánea cabe mencionar las relaciones tendenciales o de intereses contrapuestos existentes entre P. Lorenzini y Roberto León, (DC) entre Jaime Naranjo (PS) y Tarud, (PPD), etc. Solo por mencionar algunos botones de muestra.
En concreto en lo que respecta al PS a nivel regional y en su vinculo con lo nacional en el desgranamiento del choclo o si se prefiere en el afile del hacha, aparentemente quienes han tenido peso histórico son Jaime Gazmuri (Mega Tendencia) y Osvaldo Aguiló (Nueva izquierda sector Martner). Sin embargo progresivamente ha asumido un rol de liderazgo el senador Jaime Naranjo (Nueva Izquierda que ya apoya públicamente a C. Escalona para las elecciones internas) y el sector Tercerista que si bien es cierto no tiene expresión electoral en términos de diputados ni senadores en la región, ha adquirido expresión interna a nivel de la orgánica partidaria en los comunales, y en el propio regional por lo tanto se constituye en una fuerza que busca participación y representación en el gobierno.
Evidentemente, esta tendencia que históricamente no estuvo formalmente reconocida en las negociaciones regionales ni nacionales, precisamente a partir del crecimiento a nivel senatorial en las dos regiones limítrofes con la VII, en la VI y la VIII, se ve reforzada y respaldada a nivel nacional como fuerza de negociación. En efecto, en el gobierno de M. Bachelet ya tuvo una expresión mínima con la nominación de la subsecretaria de cultura, y a nivel regional se espera un cierto reconocimiento ya que históricamente en Talca, los dos mandatarios del PS desde 1.990 en adelante expresaban a las dos tendencias internas más fuertes, coincidiendo la representación de lo nacional con lo regional. Situación que por cierto ha cambiado según la descripción anteriormente expuesta, y por lo cual, el comportamiento de que solamente estas expresiones políticas tuvieran reconocimiento representacional debería modificarse para la definición de cargos públicos.
En verdad, durante los últimos 4 años la situación interna en el PS comunal, regional y por cierto nacional también ha cambiado. Como se pude observar, Osvaldo Aguiló a pesar de ser de la Nueva izquierda no representa ni apoya al mismo sector que C. Escalona, no pertenece al mismo lote que J. Naranjo ni que a los Terceristas. Jaime Gazmuri no representa ni hace alianza precisamente con R. Núñez ambos de la Mega tendencia porque sus objetivos de conducción son distintos. Uno apoya a G. Martner y el otro busca consensos con C. Escalona. Por otra parte, Jaime Naranjo al dar su apoyo a C. Escalona se desmarca de J. Gazmuri y de O. Aguiló y esto tiene efectos en la zona porque las alianzas que se hagan no serán neutras a los ojos de los militantes ni de las tendencias que tienen expresión propia y buscan sus liderazgos y visibilizar el cambio de conducción. Y claro en este sentido las nuevas mesas que surjan en sus diferentes niveles necesitan de los votos de las tendencias.
Bueno, todo esto es como decir, que al interior de la DC, Lorenzini no es lo mismo que León, ni que Álvaro Rojas el reciente nombrado ministro de Agricultura, ni que el reciente nombrado ministro del Interior, Andrés Záldivar. Y que todos ellos buscaran definir un rol no solamente en las elecciones internas del Partido, sino a nivel de sus influencias nacionales, regionales y locales para las nominaciones que quedan por hacer.
Al finalizar la semana con el asumo de la nueva presidenta, resta esperar que al menos a nivel regional todos los mandatados consigan ponerse de acuerdo porque al final quienes pierden son precisamente los que no se ponen de acuerdo y no consultan o no proponen figuras de recambio: más mujeres y más jóvenes también en el Maule.



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