En este horizonte, aparece entonces la justificación de la evaluación general que se adviene. Los partidos políticos, comienzan a ajustar los motores para definir la nominación de las pre-candidaturas a alcaldes y concejales. Y por cierto, más allá o más acá de las proyecciones que esta elección pueda sugerir en términos de resultados, se entiende que, los diputados y los senadores también comienzan a articular sus apuestas en términos de la selección de sus delfines comunales, conforme sea la intencionalidad de mantener sus actuales cupos en el parlamento o transformarlos según sea el caso. Suponiendo por tanto este ejercicio, bastante ajeno a los electores, es dable suponer no solamente la largada en carrera de todos los pingos, ahora también potrancas a la cancha, para que la ciudadanía comience a observar “lo que hay”, así como también, se den los cambios y ajustes en los respectivos gobiernos regionales, y por cierto a nivel nacional. Todo ello, en un telón de fondo temporal de abril - mayo 2.008.
Pero vamos más al grano en esta materia. De acuerdo a lo que se conversa y se delibera en los pasillos, se desprende que el principio del “que tiene mantiene” (uso posidetis) usado hasta la actualidad desde el año 90, por las dos coaliciones políticas para seleccionar a sus postulantes a elección popular, esta vez, sea en el caso de pérdida o en el caso de manutención, no asegura necesariamente al mismo partido, el lugar de su candidato. Esto es, en el caso de Santiago por ejemplo, en que el candidato no va a la re – elección, ambos partidos UDI y RN tienen la misma “chance” de escoger al nominado para postular a alcalde. En el caso de Constitución por ejemplo, que la DC perdió su cupo con Roberto Urrutia, esta misma tienda, la DC, no tiene asegurada y compite con todas las otras PS, PRSD y PPD la posibilidad de levantar candidato a alcalde.
Por otra parte, al analizar ciertas experiencias locales minoritarias donde existen problemas de liderazgo al interior de una coalición, a esta situación, puede sumársele niveles de conflictividad dentro de las propias coaliciones para llegar acuerdos. Algunos concejales se auto perciben con mayores posibilidades al examen de los resultados de sus respectivas votaciones.
Sin embargo, en la región del Maule Norte, hay comunas donde la nominación de los candidatos tanto a concejales como a alcaldes ya está acordado y esto puede significar por cierto despejar el cálculo matemático de la “cuota” asignada a cada partido político en respeto a los equilibrios. Es el caso de la capital de la provincia donde el candidato es Patricio Herrera (PS) por la Concertación y donde la Alianza por Chile debe definir quién será su competidor dado que el que lo fuera, es en la actualidad diputado en cupo RN. Otro caso es el candidato en San Clemente que es el actual alcalde (DC). Y por cierto, el que ya exista candidato a alcalde para la Concertación o la Alianza en algunas comunas, al parecer despeja ciertas intenciones y estrategias tanto de los senadores como de los diputados de los distritos y de la región, en relación a sus posibilidades y sus propios intereses electorales.
En este sentido, es conveniente observar que es lo que existe políticamente hablando en: Pelarco (IND – Pro P. Lorenzini), Río Claro (PS), Maule (PDC), Empedrado (UDI), Pencahue (PDC), Curepto (RN), San Rafael (PDC) que conforman el distrito 38 donde existe un diputado DC Pablo Lorenzini que aspira a la re elección con una disputa senatorial truncada, y un diputado RN Pedro Pablo Álvarez-Salamanca que debería estar de “out let” por una parte; y en la provincia de Curico (UDI), Teno (IND-PRSD,) Molina (IND –PPD), Romeral (PDC), Sagrada Familia (PS), Hualañe (PDC), Licanten (PS), Vichuquen (RN) y Rauco(RN) que conforman el plato de interés de los senadores los cuales son Juan Antonio Coloma (UDI) que por cierto va a la re elección, y Jaime Gazmuri (PS) que también debería estar de “out let” pero sin sucesor a la vista. Todo ello para comenzar a comprender como se desgranara el choclo de las nominaciones.
Al parecer, y solo para comenzar a conversar, podría pensarse que la tendencia es primero a no romper el cálculo de cuotas actualmente existente y ya distribuido, aunque el ánimo de algunos partidos como el PRSD en la Concertación sea ampliar su participación, y el PS compensar su no participación equitativa en el gobierno de M. Bachelet sacrificada en favor de la DC principalmente, y el PRSD en la región. Y por cierto cotejar este criterio con las necesidades de los diputados o senadores que van a la re elección por ambas coaliciones.
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