viernes, enero 20, 2006

Escribir para los días venideros

Escribir para los días venideros es como abrirse a formas de construcción de liderazgo diferentes. Una presidenta que no usa corbata, un presidente que no usa tenida formal antes otros mandatarios, un presidente que canta “perfumes de mujer”. ¿Es parte del exotismo latinoamericano?
Bolivia con liderazgo indígena, Brasil con un obrero metalúrgico en la presidencia, Chile con una líder mujer, Venezuela con un Presidente que canta perfumes de mujer para Chile, y en Perú una elección donde aparece una mujer y un indígena con posibilidades también de ocupar la primera magistratura. Experiencias políticas variadas ¿cabe alguna duda?
Modernidad con más modernidad mientras se preparan maletas en La Moneda. Bueno tal vez no solamente allí porque es tiempo de vacaciones, de descanso y de planificación para marzo y para el año, mientras, la mujer designa sus ministerios, teje junto a las moiras decisiones y nombra a su primer equipo de gobierno. En efecto la doctora Michelle Bachelet tendrá solamente 1 año para entrenar y colocar en rodaje a este equipo de trabajo porque su mandato se acorta a cuatro años.
Hasta ahora con un periodo de seis años, se actuaba pensando en un año de rodaje, se hacían los cambios o los ajustes y después venía otro año más de cambios para finalmente dejar dos y dos años para construir y evaluar respectivamente. Por lo mismo ahora, tendrá que hacer un esfuerzo por una parte para seleccionar de la máquina burocrática existente a los jefes de servicio, seremías, intendencias a nivel regional, y nacional en el caso de ministros y subsecretarias que puedan generar traslado, es decir, cambios de una función a otra dentro del mismo aparato. Por otra parte, de acuerdo a lo que prometió tendrá que ver cuales de estos son realmente los y las mejores como para repetirse el plato haciendo valer la antigüedad y/o el cambio. Y por cierto además tendrá que incorporar o abrir las puertas para aquellos y aquellas que no estando en el espacio público sean también los y las mejores. Todo ello evaluando costos de tiempo de engranaje, beneficios, porque para la selección en ambos casos existe un ¿Quién indica? entiéndase gobierno, partidos políticos y mandatados por el sufragio popular que “sugieren”, comisiones partidarias que resolverán aquello en conversaciones con la presidenta.
Finalmente en función de lo anterior, una de las variables que sorpresivamente saltó a la conversación pública como un criterio a considerar son las elecciones de la DC. Y en relación con esto hay que decir que en el caso de los partidos de la concertación, no solamente este Partido, el Democratacristiano, tiene elecciones para renovar su directiva en mayo, también el Partido Socialista debería tener las elecciones que fueron postergadas cuando fueron mandatados por el Consejo General en enero del 2005 para conducir este proceso de acompañar la candidatura y elección de la presidenta. Y el mismo PPD tendría que hacerlo durante el año.
Sin embargo aunque este criterio surge como inoportuno y puede ser considerada como una medida de presión hacia la presidenta por parte de una cierta sensibilidad, la actitud y el comportamiento político de los militantes y de los propios partidos en sus actuales directivas ha sido distinta en su mayoría. El Partido Socialista por ejemplo sabe que este año tiene elecciones internas, y debería hacerlas en el mismo mes que la DC, también tiene tendencias distintas igual que la DC, que a veces se cruzan, se transversalizan, se alinean, se distancian entre sí, etc., pero no hay lanzamientos de candidaturas para la competencia. Ni nombres que importunen. Y no es que no existan candidatos. Existen y las tendencias tienen sus favoritos y favoritas. Lo mismo ocurre en el PPD.
Lo que se entiende entonces del comportamiento de este bloque político sumada a la directiva de la DC es una consideración responsable y prudente en relación con la forma como deben conducirse los procesos de selección dado el mandato de la presidenta. No es que no existan los legítimos intereses de estructurar y participar con los y las mejores en el gobierno de Michelle Bachelet. De lo que se trata es de planificar este trabajo para conformar gobierno con liderazgos “nuevos” que acompañen, pero que puedan proyectarse y potenciarse como tales más allá de los 4 años de la Doctora. Porque la Concertación debe transformarse desde dentro. Y para ello se requiere de humildad, ausencia de ego para dejar que puedan emerger esas caras y rostros que la presidenta sabe que existen y que por cierto necesita como savia para hacer su trabajo y renovar las fuerzas en decadencia (no todas) de la Concertación. Es una tarea pendiente que dejó Ricardo Lagos. Y necesariamente se tiene que pensar al decidir a nivel comunal, a nivel regional, a nivel distrital, y nacional en personas que puedan realizar este esfuerzo con proyección porque a estos niveles simples y pensando en la descentralización no queda otro camino.

No hay comentarios.: