lunes, junio 05, 2006

En la semana del Fin… del Comienzo


Al finalizar esta semana lo más probable es que el conflicto social enunciado por los estudiantes secundarios en relación con el estado de la educación en Chile no solamente este zanjado en términos de movimiento social y ciudadanía sino que además ya tenga nombres de expertos influyentes, connotados investigadores del variopinto mundo político que operaran en la capital, para en nombre de la presidenta hacerse cargo de la comisión asesora, y a cargo de la redacción de la nueva ley orgánica de constitucional de educación. O de las transformaciones que decidan hacérsele.
Y de todo ello ¿que es lo que no se acabará de ser entendido? Por cierto la forma como el gobierno ha buscado absorber a la ciudadanía, es decir, la forma como cancela el debate, la democracia de la conversación, la generación de argumentos, la inclusión del país a nivel de las regiones en esta actividad pedagógica que es por una parte “ver” los problemas particulares, locales, dejar que se planteen, para posteriormente entre todos los afectados buscar soluciones. No acaba de comprenderse que operen aún pensando que las soluciones vienen desde arriba, desde aquellos a los cuales no les aprieta el zapato.
En relación con la agenda larga que es la más compleja, no se entiende precisamente lo suelta que ella aparece ante la opinión pública en términos de calendarización, de productos, de propuestas, de cara a la urgencia planteada por la ciudadanía en materia de cambio de ley. No se entiende que busquen desmovilizar a los estudiantes sin fechas acordadas previamente, precisamente si la intención es solicitar el quórum en el Congreso para hacer los cambios, si además, todos los legisladores sumados al gobierno entienden que hay que cambiar el estado de las artes en materia administrativa y de calidad en la Educación. Sigue sin entenderse que las mesas a nivel regional, las secretarias ministeriales, los gobiernos que representan a la presidenta en las comunas, no estén trabajando “ya” con los actores: profesores, alcaldes, alumnos, padres y apoderados, universitarios, etc., para construir a nivel regional lo que se requiere para concretizar la creación de los órganos de superintendencia, y consecuentemente, la reforma administrativa.
Entre tanto, resulta ser una ironía casi patética como han salido a la palestra un montón de expertos, ex ministros, ex… citando cifras, manipulando técnicas estadísticas, para sacar a relucir lo que ya era obvio: que la educación en Chile es mala. Sigue sin entenderse precisamente lo obvio si otrora participaron del gobierno de la concertación, ayudaron con múltiples asesorías a reformular y a proponer asuntos que no llegaron a puerto, es decir si no se pusieron los pantalones antes ¿por que la ciudadanía debería pensar que se los van a poner y sujetar ahora? Huele más bien a aprovechamiento para ver si en una de esas consiguen ser posicionados como los sabios y ahora sí dotados de resolución y mandatados por el pueblo para participar en la comisión.
En términos de democratización en los procesos de los movimientos sociales y dado que la candidatura y posterior elección de la Presidenta se debió a una movilización ciudadana que se impuso por sobre los partidos de la coalición, lo que tampoco parece quedar definida es la lógica con que actuará el gobierno en su conjunto de cara a los tres años y medio que restan de mandato. ¿Cuál es el lugar de la ciudadanía que la votó?
En un primer momento las propuestas de la Presidenta parecieron una solución sobre la agenda corta dado su viaje fuera de Chile durante esta semana. Pareciera ser que su “tiro” fue, les dejo material de trabajo para esta semana cabritos. Sin embargo, desde otra lectura también puede interpretarse como un intento de cooptación de cara a las movilizaciones que los otros actores sociales asociados al sistema estaban formulando para el inicio también esta semana. De cualquier modo son poco prolijas las acciones del resto del gobierno político hacia la ciudadanía. No hay sintonía. Y el problema no se resuelve con el discurso de la presidenta porque las palabras no detienen un movimiento, ni una asamblea, cuando hay problemas. Incluso esta situación puede generar más apoyo de la ciudadanía hacía los sectores que no han sido escuchados sobretodo si deja la agenda de larga duración en “tierra de nadie”: una comisión de expertos, sin fecha y sin anclaje social.
Y solamente como un recado lateral. La democracia entendida como el gobierno o el poder del pueblo, la participación del mismo en la igualdad para la generación de “auto – nomia” no soporta, no tolera la experticia porque esta es excluyente y aristocratizante precisamente “allí” donde “esta vez” se ha logrado zanjar un tema de todos (pueblo) y no de unos pocos (aristos). El mérito de la ACES, (Asamblea Coordinadora de Estudiantes) y ahora de los profesores y estudiantes universitarios, padres y apoderados en general, es haber colocado a la Educación como un tema de todos y todas por lo mismo a la democracia le hace daño que no se profundice en los mismos términos para que gane la racionalidad de la nación, y no la de unos pocos.



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