sábado, agosto 26, 2006

Gente en el camino de Soledad Alvear… y de los presidenciables de la Concertación

Lilian Letelier
Lo que molesta a Soledad Alvear por una parte no es que se hayan lanzado candidaturas presidenciables a suceder a Bachelet, sino que le haya salido institucionalmente alguien al paso desde dentro de la Concertación para hacer presente ante la Opinión Pública que la Democracia Cristiana no tiene el lugar garantizado, por lo tanto habrá negociación de por medio. En este sentido, lo que molesta más es que quién institucionalmente lo hizo es el presidente del Partido Socialista posicionando precisamente a uno de sus militantes bien posicionados, lo que significa decir que si bien es cierto en la actualidad dicho Partido es cabeza de gobierno, eso no le quita aspiraciones futuras ni derechos en la definición de un abanderado o abanderada porque precisamente los costos de tener a la actual mandataria en el sillón presidencial han sido “muy bien pagados” a la DC durante este periodo, y por cierto también a los otros partidos de la Concertación.
Es decir, no hay cuentas pendientes y el Partido Socialista como elemento negociador al interior de la Concertación para la próxima presidenciable no le debe, ni tiene que pagar favores a nadie. Molesta entonces el que haya sido el Partido Socialista especialmente porque se esperaba de esta orgánica una renuncia.
En efecto, en este contexto es conveniente aclarar que si bien es cierto José Miguel Insulsa el presidenciable instalado es un hombre de estatura y trayectoria política lo que por cierto Camilo Escalona advierte muy bien, no lo es necesariamente ante la base militante histórica del Partido en términos de reconocimiento, compromiso y anclaje. Al interior de la orgánica y la base partidaria siempre se lo ha evaluado como un hombre que ha construido su liderazgo sobre el reconocimiento y el mérito de la élite, no adquirido por voto popular. ¿Queda claro?
La evaluación de su desempeño no está mediada por la adhesión en las urnas, sino por los puestos de gobierno que ha ocupado como ministro y ahora como secretario general. Es esto lo que le ha dado un lugar transversal. Sin embargo, se sabe que no tiene ni despliega el carisma que desplegó Bachelet hacia la ciudadanía que por cierto la hizo imponerse ante la orgánica y lo que ciertamente comenzará a dejar huellas en términos de cultura de selección política de líderes con la mención de Carolina Tohá y por cierto de S. Alvear en las encuestas.
En este sentido, los criterios o estándares de selección que se nota están en construcción en los instrumentos de medición dado el recambio sucesivo de líderes para ser evaluados en las encuestas en términos de “futuro”, aunque le dan a S. Alvear una posición de ventaja, lo real, es que en competencia con Bachelet, la gente votó y optó por esta última, y al comparársela R. Lagos que obedece a un tipo de liderazgo similar a J.M. Insulsa, el ex presidente tiene la primera opción, es decir, aún está por sobre ella. Todo esto significa que aún no hay consolidación de nuevo liderazgo en la cultura política ciudadana, la cual se mantiene a la espera de la oferta según el “efecto cascada de opinión” y por lo tanto mientras mantiene, conserva lo antiguo, lo tradicional lo clásico.
En otro sentido aunque en la plenaria del Consejo se le reconoció a Camilo Escalona un acierto estratégico en posicionar como presidenciable a un militante del PS, en el sentido de marcar territorio, definir lugar y limites bien claros, las bases asistentes incluidas las tendencias a nivel interno y en el lobby del ex Congreso nacional manifestaron su rechazo a esta forma inconsulta de proponer un candidato siendo que el Partido en sintonía con la ciudadanía tiene su derecho a escoger y a colocar otras alternativas. Pero, esto tampoco incomodó al presidente dado que conoce a los militantes y sabe que deberá hacerse un gran esfuerzo político a nivel interno para aprobar dicha candidatura. En otras palabras el gesto no fue hacia dentro del PS, sino hacia fuera.
Sin ir más lejos, la propia Isabel Allende es una mujer con trayectoria política, con historia que bien puede partir en la largada como candidata a la sucesión. Es decir, aunque en principio se manifestó en contra de mostrar presidenciables, por otra parte, este posicionamiento le dio ante la prensa un espacio para haciendo oposición, construir su propio espacio como presidenciable lo cual no es un detalle menor.
De cualquier modo, le salio gente al camino a la candidata DC que se pensaba sola y en carrera corrida. Y le salió también gente al camino desde donde menos lo esperaba. Bien por la democracia!


1 comentario:

oscam dijo...

Estoy de acuerdo con el lanzamiento de nuevos presidenciables, pues ello da mayor espacio de opinión y pone en la obligación de cada candidato o partido político de crear nuevas propuestas y tratar de hacer una imagen diferenciable de los demás. Sin duda alguna, como bien dice, ayuda a la democracia.
Sin embargo, no estoy de acuerdo en discutir, en forma tan apresurada, sobre nuevos presienciables, llevando Bachelet tan poco tiempo en el cargo. también considero que es una mala estrategia política levantar candidatos a estas alturas, pues ello conllevaría a un eventual envejecimiento del candidato y un gasto innecesario.
Ahora bien, la derecha no se queda atrás, pero ojalá que la disputa por el presidenciable se de en un ámbito más serio y sin figuras absurdas y sin sentido democrático, como es el caso, a mi humilde apreciación personal, de Pablo Longueira.
Demás está decir sobre le blog, interesantísimo. Espero intercambio de opiniones y debate.
Hasta luego