lunes, marzo 12, 2007

Del Partido Socialista y del Fin a las eternas re elecciones de los notables


La decisión de profundizar la democracia poniéndole término al uso posidetis, es decir, al supuesto de que, el que tiene un cargo de votación popular lo mantiene en re elección todas las veces que quiera, fue acordada desde 1.998 y consta en el reglamento y los estatutos del Partido Socialista de Chile. Tal cual como se ha publicitado recientemente en la prensa, no es un asunto que pueda ser modificado por un Consejo General que fue la instancia convocada durante los días 9 y 10 de marzo. A lo más podría llegar a ser discutido y modificado en un Congreso de Organización, a realizarse durante el año 2.008 a meses de la elección de una nueva directiva, y a meses por cierto de la designación de los candidatos a concejales y alcaldes.
Puestas así las letras, según consta en los artículos y conforme inspiró el debate socialista, ningún electo puede ir por más de dos periodos a re elección en un mismo cargo. En efecto, la idea que subyace a esta norma es regular la instalación per se de un ciudadano ciudadana en un determinado sillón de elección popular, y con ello, poner fin a las redes políticas de clientela que cualquier cargo de este tipo trae consigo.
Por otra parte, es permitir que otros candidatos o candidatas puedan rotar en un cargo. Se trata de generar y permitir la emergencia de nuevos liderazgos, abrir la participación y por cierto, ampliar la democracia, hacerla crecer en el entendido que estar 8 años en el caso de un concejal, alcalde o diputado, o 18 y más años en el caso de un senador es casi comparable a una forma de ejercicio autoritario y dictador como lo fuere Pinochet. En verdad, no es sano para la democracia que una persona se “aperne” re elección tras re elección en un cargo sin mediar consulta ni evaluación ciudadana previa de su gestión como servidor público. Por lo demás, sabido es que la democracia necesita de recambio, de nuevos rostros, de nuevas generaciones, de nuevos ejercicios de liderazgos conforme incluso ha acontecido con nuestra actual presidenta Michelle Bachelet la cual se impuso más allá de los partidos, incluso más allá de la élite de su propio partido.
En este contexto entonces, incluso de defensa de la democracia, de defensa de su gobernabilidad, de su institucionalidad, de su proyección, de su continuidad y de su reproducción, el socialismo orgánico chileno sancionó este acuerdo en beneficio interno y por cierto ciudadano. Por lo mismo, resulta impropio e improcedente que desde ya algunos connotados busquen sacar provecho en función de su propio interés, llanos a modificar una norma que debiera cumplirse por el bien de Chile. En el entendido además, que debieran también otros partidos buscar una forma de regulación a estos “excesos”.
Por de pronto, al interior del Partido Socialista se sabe que el actual senador por la séptima región Maule Norte Jaime Gazmuri no tendría opción de volver a postularse al cargo. En la actualidad lleva 17 años de mandato y cuando termine en el 2.010 llevara 20 años. Si se le permite la postulación estará en torno a los 30 años en un mismo cargo. Suficiente tiempo como para generar apego hacia una situación ventajosa desde el punto de vista del poder, y no realizar la necesaria evaluación y autocrítica en términos de servicio público, de conducción y de re generación de cuadros políticos.
Es cierto que si se aplica el estatuto en estricto sentido desde 1.998 a marzo del 2.010 fecha de término de su mandato no se cumplen los 16 años, ni los dos periodos matemáticamente, se alcanzan a cumplir 12 años, es decir un periodo de 8, más 4 años. Sin embargo cualquiera que use este argumento entiende que es un subterfugio falaz en relación con el espíritu de la norma, y un golpe mezquino al cumplimiento de la misma. Todos sabemos cual es la intención democrática, y todos sabemos además como se dijo con anterioridad que en este caso, se trata de un líder que lleva 20 años en el cargo. Entró en 1.990.
Más o menos lo mismo ocurre con los senadores Ricardo Núñez y Carlos Ominami, años más o menos, el propio partido, es decir los militantes mandatados por sus comunales y núcleos, fijaron las normas de término. Triste sería entonces que los candidatos a re elección popular cualquiera sea su nombre, buscaran no cumplirlas argumentando que no han tenido tiempo de formar líderes en su región o comuna, o que el partido no tiene líderes de peso que puedan asumir estas tareas. Nadie es eterno, nadie es insustituible y hay muchos que esperan poder participar… se espera por tanto generosidad para poner fin a una forma de hacer política que esta en los limites de la oligarquía y de la corruptela.

1 comentario:

oscam dijo...

La perpetuación en los cargos no debe continuar. Es de ahí donde nace la corrupción y los desfalcos.

Una mala estrategia fue la que diseñó el PS. Las figuras políticas deberían primar según sus capacidades, y no por el compadrazgo o el tener pelos en las narices