Es todo… a lo lejos alguien canta a lo lejos (Tercera Parte) Lilian Letelier

Esta semana se deciden dos elecciones. Una de manera definitiva y otra en la mejor de sus posibilidades debería pasar a una segunda vuelta. Me refiero a las elecciones a la rectoría de la Utal, Universidad de Talca, a realizarse el martes 18 de abril, y a las del domingo 23 de Abril en el partido Socialista de Chile.
En relación con las elecciones de la Universidad de Talca y después de escuchar a los tres candidatos a la rectoría que van quedando, haberlos visto hacer campaña en conjunto con sus equipos asesores y haberlos escuchado debatir sus propuestas de gobierno, de lejos entiendo que los dos mejores candidatos son R. Pizarro y Juan Pablo Prieto. Disculpen no voto, pero puedo dar mi opinión aunque soy profesora hace 4 años a honorarios.
Entiendo que los que tienen mas posibilidades de pasar al menos a una segunda vuelta son Juan Pablo Prieto y Juan Antonio Rock que a estas alturas se entiende sigue siendo el tapado encubierto de Álvaro Rojas y el cual por circunstancias políticas no del todo aclaradas, no señala abiertamente su preferencia, en el entendido que quiere volver a la rectoría en algún momento y mantener su presencia omnipresente de liderazgo sin sombras.
De R. Pizarro se puede decir que tiene proyecto de desarrollo institucional, que tiene empowerment, capacidad y formato de rector de universidad. Le falta un poco de pragmatismo y conocimiento de la forma histórica de desarrollo y gestión de la UTAL, pero es y ha sido un buen candidato. Le ha dado alas a esta campaña. Le ha dado vuelo intelectual y porque no decirlo, ha roto el miedo a la libertad y al control estamental dirigido desde arriba en las otras campañas.
De Juan Pablo Prieto en cambio se pueden decir las dos cosas: que tiene liderazgo, empoderamiento en relación con el cargo, dosis de pragmatismo y conocimiento del pasado reciente del manejo universitario, y además, ofrece un proyecto de desarrollo institucional con participación reglada de los estamentos hasta ahora excluidos del gobierno como son los profesores part time, los administrativos y los alumnos a través de la federación de estudiantes. Es una candidatura más completa.
De Juan Antonio Rock en cambio solamente decir “nada personal”. Se observa en él a una persona de calidad moral, un hombre bonachón, una buena persona. Sin embargo, no demuestra una estatura carismática de liderazgo. Ni siquiera en construcción. Y no estoy afirmando que los otros candidatos la derrochen. Estoy simplemente señalando que los otros son percibidos claramente como conductores que ya están arriba del caballo y se plantean la generación de una comunidad universitaria democrática Post Rojas. Una nueva etapa que mantenga y consolide, pero que también sea capaz de gestionar nuevos proyectos. Es cierto que J.P. Prieto aparece como mejor dotado por la historia reciente institucional que desde la vice rectoría académica le ha permitido estar no solamente posicionado, sino conocer directamente el aparato financiero y reglamentario que rige dicha casa de estudio. A R. Pizarro en este sentido, se lo puede ver más fantasioso en términos de concreción de un proyecto institucional. Pero no hay duda, ambos tienen un Proyecto institucional, corporativo que ofrecer.
Juan Antonio Rock en cambio se lo percibe como temeroso de avanzar, temeroso de proponer gestión, estilo y atreverse con aportes nuevos y desafíos nuevos a nivel regional, nacional y internacional. Solo como ejemplo, no se atreve a proponer abrir carreras de pre grado a nivel de las pedagogías por ejemplo justo en el momento que los Institutos pueden ofrecer las experticias y están consolidados para hacerlo, y el Ministerio de Educación señala que a nivel de regiones la calidad de la formación superior en el área de la educación y pedagogías es mala al punto que está dispuesta a ofrecer incentivos a las Universidades del Consejo de rectores para hacerlo. Y hay falta de profesores.
En este mismo sentido, la oferta de J. Antonio Rock es altamente cuestionable desde el punto de vista académico si se quiere prestigio con rango internacional para la Utal. En efecto, proponer solamente la continuidad y creación de pos grados sin contar con carreras de pre grado que hagan de sustento a los magísteres, y doctorados no resulta en una buena evaluación. Por otra parte, para que hablar de la nula propuesta sobre lo que debería ser una universidad regional como la de Talca con inserción política en dos regiones como la VI y la VII. Todo ello en el sentido de proponer estudios de gobierno, ciencias sociales y políticas, incluso considerando las TIC o tecnologías de información en comunicación para la búsqueda y desarrollo de talentos.
Es cierto que la comunidad electoral es pequeña y en su mayoría, como se ha reiterado hasta el cansancio, es proveniente del gobierno de A. Pinochet. Por lo tanto, no desean grandes cambios, ni grandes posibilidades, ni abrir participación. Más bien están unidos por mantener lo que tienen porque aún temen en muchos casos el que las ciencias sociales y humanistas les traigan el caos de los rojos marxistas rebeldes, ateos. Por lo mismo, aunque en esta elección se ha avanzado en cuestionamientos y emergencia de puntos de vistas, es decir en universalismo, pluralismo, etc., es incierto el resultado de las urnas, sobretodo cuando los que votan son precisamente una casta de notables que quieren mantener sus privilegios y no desean ampliarlos democráticamente ni mucho menos ser cuestionados en sus cargos a estas alturas de 15 años y más. Es claro entonces que por sus votos, en el secreto de las urnas, los conoceréis…
Eso es todo, a lo lejos alguien canta… a lo lejos.