domingo, abril 30, 2006

Bienvenido su Santidad Dagme Tsetso

Su SS el Venerable Dalai Lama estará en Chile. Que los Buenos Auspicios y los “dralas” se sumen a la acogida.
Introducido en el mundo científico internacional por un chileno que en otra vida este ya encarnado, Dr. Francisco Varela, su SS el Dalai Lama dará varias conferencias junto a otros científicos norteamericanos sobre la forma como funciona la mente, y por cierto se reunirá con la comunidad budista en Santiago para entregar algunas enseñanzas fundamentales sobre el Lo jong: Entrenamiento (refinamiento) de la mente y el cultivo de la bondad desde el texto raíz sobre los 7 puntos del Kadampa (Changchup Shunlam en tibetano), todas verdades entregadas en forma oral en el Mahayana (Gran vehiculo) Tantra. Se trata de trasmisiones para el entrenamiento sobre la base de eslóganes.
En verdad, al ojo de un observador o ciudadano normal puede resultar extraño que una figura “religiosa” hable sobre la mente, la conciencia, los fenómenos del conocimiento. Pero para una razón humana que experimenta y se somete al método científico en cambio, es evidente que un ser humano que ha dedicado mucha horas a la practica de la meditación sentado en un cojín, o a través de otras formas, ciertamente tiene algo que decir al respecto, porque conoce como opera su propia mente, por lo tanto no solamente puede hablar sobre el acontecer moral y las buenas costumbres, la felicidad y el sufrimiento humano.
En efecto, la tradición budista además de ser una tradición religiosa no teísta que plantea desde su filosofía y su antropología formas de moral, también plantea desde su sicología o Abbidharma planteamientos en torno a como se estructura la mente o conciencia humana, que sean las facultades de conocimiento humana, los sentidos, la conciencia, la mente, así como estas operan, cada una de ellas asociadas, en el fenómeno del conocer de este particular ser sintiente que es el ser humano, así como que ocurre con ellas durante el proceso de disolución de la vida: el bardo.
Reconocida a nivel de la tradición occidental católica, la tradición budista y la tibetana mas allá de la invasión China, es por cierto la experiencia continua en historia, de la manutención de la “practica de meditación sentada” no solamente como auto conocimiento, sino como practica de pacificación de la mente, auto conciencia corporal y de los procesos de respiración. Por la vía de la meditación se posibilita la contemplación del operar de la mente. Y un meditante entrenado durante mucho tiempo puede experimentar “estados mentales” que son y constituyen precisamente “conocimiento” para la ciencia y sobretodo para las ciencias de la mente así llamadas neuro - ciencias.
Sin embargo, el budismo, en el contexto actual de decadencia del sentido moral, de hiper consumo, de ausencia de proyecto societal o de valores integradores debido al narsicismo e individualismo, es una fuente inspiradora para cualquier comunidad sobretodo si consigue unir en un saber práctico y teórico por una parte la explicación y experiencia de “ausencia de ego” con “la entrega a los otros y otras para la liberación del sufrimiento humano”.
Por todo eso y mucho más, bienvenido su Santidad. La visita de la máxima encarnación de la compasión a cualquier país y especialmente a este es un regalo ya que nos permitirá ampliar la visión del camino.
Su santidad pertenece preferentemente al linaje Gelukpa aunque comparte enseñanzas con los Ñingmapa y a través de esta vertiente con los Kagyupa discípulos de Padmasámbhava. Pa en tibetano significa linaje y el linaje Gelugpa Ñingmapa son preferentemente linajes especulativos, intelectuales, argumentativos en relación con los Ñingmapa Kagyupa de los cuales este último es el más desarrollado en Chile y cuya característica en términos de enseñanzas es partir por sentar las bases, en la experiencia del sujeto, de la practica de meditación contemplativa sentada. (practice sitting meditation).
En verdad aunque sea un homenaje póstumo, gracias Francisco Varela por dejarnos la “sangha” como una de tus herencias en Chile. Si no hubieras instalado las semillas junto a Leonor Palma, sino hubieras tomado además el desafío científico de unir esos dos mundos, no tendríamos hoy los caminos...

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